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José Antonio González Paredes, en su domicilio. El Norte
Coronavirus Palencia: «Deja secuelas, no recordaba el cumpleaños de mi hija»

«La covid deja secuelas, no recordaba el cumpleaños de mi hija»

José Antonio González, de 53 años y vecino de Venta de Baños, ha estado once días ingresado por el coronavirus y pide más conciencia y reconocimiento para la labor de los sanitarios

Lunes, 19 de octubre 2020, 07:06

Publicó un mensaje en las redes sociales dando las gracias a los sanitarios por la gran labor que vienen haciendo durante la pandemia. «Ellos son los protagonistas, yo no quería que la gente compartiera mi mensaje por haber superado la covid ni que le dieran 'me gusta', sino que se den cuenta de lo que ellos están haciendo», asegura José Antonio González Paredes 'Tapi', de 53 años, vecino de Venta de Baños y delegado comercial de profesión, que ha estado once días ingresado en el Hospital Río Carrión, «cuatro de ellos muy mal, aunque no en la UCI ni entubado».

Afirma que, de no ser por agradecer a todo el personal sanitario el «increíble» trabajo que viene cumpliendo, no hubiera aceptado contar su caso en El Norte de Castilla. «No sabemos lo que están sufriendo. Si nos pasa a nosotros, cogemos una depresión y nos vamos para casa», apostilla José Antonio, que aprovecha cualquier frase para ensalzar a todos los profesionales sanitarios.

«No tengo ni idea de cómo me contagié, tuvimos una cena de amigos pero solo éramos cuatro personas y cada uno estuvimos en un extremo de la mesa,y a la piscina fuimos por familias. ¡Si hasta mi mujer me decía que me estaba pasando con todas esas precauciones! Yo le decía que no, que mis padres tienen 87 años y problemas cardiacos, que están a mi cargo y que voy todos los días a verles», señala José Antonio, que se muestra indignado con los vídeos de Granada en el que se ven aglomeraciones de jóvenes en la noche del pasado sábado, cantando sin mascarilla y sin distancia de seguridad.

«Yo no entiendo lo que hace la gente joven, no sé si podría vivir sabiendo que he estado de fiesta y después he contagiado a mis familiares. Queremos cargar las culpas a los políticos, pero aquí la culpa la tenemos todos», hace hincapié 'Tapi, que el jueves 24 de septiembre empezó a notar los primeros síntomas de la covid.

«No he recuperado el olfato»

«Iba con la bici por el Canal de Castilla y me notaba sufriendo. Al día siguiente estaba ya peor, constipado, y el sábado perdí el olfato y el gusto, el olfato aún no lo he recuperado, es cómo si me comiera plástico. Hasta el lunes 28 por la mañana no me hicieron la prueba, y el martes di positivo. Ese día ya fui a Urgencias porque tenía fiebre y me faltaba al aire. Fue el médico de Venta de Baños el que me dijo que me fuese para el hospital Río Carrión, y allí me dejaron ya ingresado hasta el 9 de octubre.

Hasta el jueves no me bajaba la fiebre de entre 38,5 y 40 grados. Los cuatro primeros días fueron los peores, dormía en la butaca y probaron con antibióticos por vía intravenosa y me empecé ya a sentir mejor y a bajar la fiebre, aunque seguía con neumonía. Me hicieron más pruebas porque pensaban que podía pasarse a los riñones y me dijeron que, según el resultado, me iría para casa o no», agrega José Antonio González, que sufre secuelas.

«Me fatigo mucho, he perdido ocho kilos en diez días y me he quedado hecho una 'piltrafilla'. Tengo 15 o 20 pulsaciones por encima de lo normal y he perdido memoria. No me acordaba el otro día del cumpleaños de mi hija y pensaba que había cumplido 12 y son 14», asegura José Antonio, que al volver a casa ha tomado medidas. «Estoy con mascarilla y alejado de mi compañera y mi hija», subraya 'Tapi'.

«Yo estaba en la planta décima y recuerdo sus problemas para vestirse y quitarse los EPI, con la bata empapada en sudor. Y cómo corrían cuando lloraba la gente mayor que estaba ingresada, que estaban solos y desorientados. Me daba cosa hasta llamar a las enfermeras para pedirles algo con lo que tenían, que estaban desbordadas, pero siempre con una sonrisa en la boca. A todos los que no cumplen con las medidas de seguridad, yo no les ponía una multa, les mandaba limpiar las plantas de covid en los centros hospitalarios», enfatiza 'Tapi', que llamó a una amiga que tiene en el Río Hortega de Valladolid en una planta de covid para darle ánimos y ensalzar el trabajo que están haciendo los profesionales sanitarios «y se me echó a llorar».

«Están todos muy cargados, y sabiendo además que ponen en riesgo a su familia... Le dije que este año teníamos que haber ido los de Palencia a Santander a la playa, pero para aplaudir a toda la gente que estaba allí tumbada al sol». A modo de advertencia para los laxos en el cumplimiento de las medidas, apostilla: «Yo no soy persona de riesgo y me creía un 'torete', pensaba que cómo me iba a pasar a mí. Hubo un día en el hospital, estando ingresado, que pensé en el tiempo en que llevo queriendo hacer testamento y no lo he hecho, porque veía que no iba a mejor».

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