Un cumpleaños alejados del coronavirus en Aguilar

Y que pese al confinamiento, Tercera Actividad está de fiesta. Es mucho el tiempo transcurrido, muchas las personas atendidas, pero siempre siguiendo una misma filosofía. «En la Fundación Santa María la Real defendemos que no hay edades, sino experiencias y esa es la máxima que hemos aplicado a lo largo de estos años en Tercera Actividad, para tratar de fomentar un envejecimiento activo, potenciando la autonomía de las personas mayores», explica Marimar Espartero, directora del área de atención social de la entidad.

Son ya más de 600 personas las que han atendido a lo largo de estos años. «Todos forman parte de la historia del centro, de nuestra familia, porque aunque no podemos sustituir el hogar, procuramos siempre que se sientan como en casa», detalla la directora de atención social.

El centro cuenta actualmente con una plantilla de 45 trabajadores: médico, enfermeras, fisioterapeuta, trabajadora social, terapeuta ocupacional, gerocultores, auxiliares, personal de cocina, de administración. «Todos son importantes y todos se esfuerzan a diario para mejorar y facilitar el día a día de las personas a las que atendemos», prosigue Espartero.

La clave del éxito ha sido hacer honor a su nombre, una cuidada atención y organizar todo tipo de actividades socioculturales que faciliten el contacto con el entorno, con la sociedad, demostrando que «somos un centro abierto, que se implica y participa». Así, por ejemplo, cada año celebran el Día del Libro, la Navidad, el Carnaval de la Galleta u otras fiestas señaladas; además, organizan actividades intergeneracionales con centros educativos del entorno y promueven el contacto con otras asociaciones y entidades.

Incluso ahora, en tiempos de confinamiento, no han faltado las videollamadas a familiares, la música, la lectura o proyectos como 'Conectando Corazones', que han unido virtualmente a los mayores con los alumnos del colegio San Gregorio. «Estas actividades son esenciales para mantenerlos activos, en contacto con la sociedad, para que compartan y nos aporten experiencias y conocimientos», incide Alejandro Serrano, director del centro.

Por eso, esta semana, tampoco han faltado a su compromiso. «Hemos preparado una doble exposición con dibujos y fotografías del confinamiento», explica Natalia García, trabajadora social, que asegura que «disfrutan preparándola y viendo el resultado, aunque no puedan compartirlo como en otras ocasiones».

La mejor recompensa para estos 19 años de vida es saber que el modelo funciona. Tanto es así, que a finales de 2019, la fundación se hizo cargo de otro centro en Valdelafuente (León), que ya está aplicando la metodología de Tercera Actividad, para demostrar cada día «que no hay edades, sino experiencias».

Además, en su afán por mejorar, ya están pensando en ofrecer nuevos servicios, «colaboramos en el desarrollo de diferentes programas 'friendly', orientados a facilitar la vida de las personas, independientemente de su edad y, de eso, se trata de seguir mejorando nuestro entorno», «Por eso estamos trabajando ya para poder prestar apoyo en el hogar, para conseguir que las personas mantengan su autonomía e independencia el mayor tiempo posible», concluyen.