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Ana María Ruiz López, enfermera y creadora de la biblioteca Resistiré
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Ana María Ruiz López, enfermera y creadora de la biblioteca Resistiré
«Cuando atendí al primer paciente en el Ifema, decidí llevarle un libro»Se subió al escenario del Teatro del Soho CaixaBank de Málaga para entregar el Goya a la mejor película, que recayó en 'Las Niñas' de Pilar Palomero. Y además, tuvo palabras para defender su labor, la de la Enfermería, y para recordar a los que ... murieron durante la pandemia. «Quiero hacer una mención especial en esta noche a los sanitarios, que han fallecido luchando por salvar la vida de otros. España es el país de la Unión Europea con más contagios de sanitarios». Ana María Ruiz López, enfermera de Urgencias de Madrid, creyó que era una broma de la radio cuando le llamaron para ofrecerle que entregase un premio en los Goya. Pero todo tenía su razón. Ella trabajó durante la época más dura de la covid en el Ifema y creó la biblioteca Resistiré, para dotar a los enfermos contagiados de historias, de esperanza y de compañía, uniendo la cultura y la sanidad en beneficio de los pacientes, tras lo cual escribió la obra 'Libros que salvan vidas'. Y este pasado jueves estuvo en Palencia, en la jornada de Enfermería 'Liderando el cuidado', organizada por la Escuela y por la Diputación, para narrar a los estudiantes del centro palentino la importancia de la humanidad y del cariño, más allá de los cuidados técnicos.
–¿Cómo surgió la idea de crear una biblioteca en el Ifema?
–La carga asistencial era tan grande que al no poder hablar a a los pacientes, ese trabajo podía suplirlo un libro. Una compañía, un consuelo, una conversación, para que se evadieran de ese espacio tan feo. En el primer paciente que atendí, decidí que tenía que poner en sus manos un libro.
–¿Cómo lo llevó a cabo?
–Pedí permiso a mis superiores y preparé con mimo los libros para entrar en el hospital de campaña. Yo tenía muchos en mi casa y también pertenezco a un club de lectura desde hace quince años en Madrid y llevé un primer carro, después de desinfectarlos previamente porque, a pesar de que los pacientes ya estaban contagiados, no quería que subiera la carga vírica. Lo publiqué en redes sociales, de ahí la importancia de contar, porque si no se cuenta no existe, y se hizo viral. Llegaron de toda España y de distintas ciudades de Europa. Fue muy bonito, de ahí la importancia de contar las cosas.
–Y así nació la biblioteca Resistiré...
–Sí, se empezó a unir mucha gente a este proyecto, que solo subraya la importancia de la humanización y los cuidados. También que los enfermeros somos capaces de llegar a otra esfera, no solo las técnicas, sino también las humanitarias, el profundizar en el cuidado emocional desde la libroterapia y desde la musicoterapia.
–¿Cómo de importante es la profesión de la Enfermería?
–Para mí es la profesión más bonita del mundo. He tenido la suerte de que lo que he estudiado me hace disfrutar el día a día. No es trabajo si amas lo que haces y eso me ocurre a mí. Creo que la Enfermería es una profesión con muchos valores y, aparte de tener muchos conocimientos técnicos, también llevan de base un componente emocional donde destaque la ternura y el amor al prójimo.
–¿Es una profesión que está maltratada?
–Sí, sin ninguna duda. Pero es que además no hacemos más que pedir cosas que nos pertenecen, esto no es que reclamemos algo que no es nuestro. Hay un montón de carencias en el sistema.
–¿Qué reclaman?
–Por ejemplo la ley de seguridad del paciente. Y es que el ratio enfermera-paciente es de los más elevados de Europa al contar en España con cinco enfermeros por cada 1.000 habitantes, lejos de la media de los sistemas sanitarios europeos que son de 8,8 enfermeros por 1.000 habitantes. Además, todavía no se nos considera A1 (categoría profesional), aunque tenemos la misma formación que los estudiantes de A1, la carrera profesional siempre peleándola, los trienios ahora por fin... Es que son muchas cosas y luego el acceso a plazas públicas es muy complicado. Creo realmente que las reivindicaciones son escasas para tanto.
–En general está mal todo el sistema sanitario...
–Sí, sería necesario que se cuidase más el sistema sanitario, pero por la parte que me toca, a la Enfermería. Estamos a pie de cama, somos los que cuidamos. A mí con la palabra cuidar se me llena la boca, que cuidar no es curar porque la cura no siempre es posible.
–Ya reivindicó el papel de la Enfermería cuando participó en los premios Goya...
–En mi discurso quise dejar muy claro que la cura no siempre es posible, pero que el cuidado sí. Por eso alzaba la voz por mis compañeros, porque estamos para el cuidado y para la cura, pero esto último no siempre es posible.
–¿Cómo de emocionante fueparticipar en la gala de los Goya?
–Antes de salir me temblaban las piernas, pero en el escenario ya no, es que soy enfermera de Urgencias. La conexión de cultura y sanidad es importante y había que hacerla visible, los enfermeros podemos hablar con los pacientes, darles un libro para que les genere compañía. Esa es otra forma de dar cuidados.
–¿Y usted quiso hablar en la gala?
–Sí, les sorprendió mucho que quisiese. Y ya les dije, pero cómo no voy a querer hablar, para una vez que vengo. Escribí mi discurso, se lo mandé y les gustó, así que me dijeron que tenía carta blanca. Yo quería alzar la voz por mi colectivo, por la Enfermería, y fue muy emocionante. Estuve yo, pero era toda la Enfermería la que estaba en el escenario. Yo solo visibilicé esa labor, la de la culturaterapia, que hacemos los enfermeros.
–¿Qué tienen que conocer los estudiantes de Enfermería?
–Han de saber que es importante canalizar una vía o controlar la medicación, pero sobre todo tienen que saber que somos capaces de cuidar de una manera mucho más amplia.
–¿En qué destacan los profesionales de la Enfermería?
–En la capacidad de adaptación que tenemos, pero también desde un punto de vista positivo. De la pandemia no hay que recordar solo la carga asistencial, sino también las partes bonitas que, en mi caso, llenaron de humanización las cuatro paredes grises en las que estaban los pacientes en el Ifema.
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