Palencia

La crecida del río enturbia el agua para el consumo en Cordovilla la Real

Reconoce que en este pueblo están bastante acostumbrados a que suba el nivel del Arlanza y que han vivido episodios importantes, como el de hace ocho años, cuando se desbordó y anegó todo el parque de la Ribera. Desde entonces, «el río se ha convertido en lugar de peregrinación cada vez que llueve», afirma la alcaldesa. De hecho hay una valla de madera que separa la orilla del Arlanza del parque de la Ribera que ya todos toman como referencia para saber si hay que preocuparse o no. Y en este caso, por el momento no hay preocupación entre los vecinos de Quintana del Puente, que aun así se mantienen vigilantes porque el río baja con mucho caudal, hay mucha maleza en la ribera y no hay que quitarle ojo a las temperaturas y la nieve que ha caído en el norte. En el entorno de Aguilar, también los ríos Lucio y Camesa recuperaron la normalidad tras la alerta del sábado.

En Cordovilla la Real, sin embargo, la primera crecida del Pisuerga de este año ha dejado a los vecinos con mal sabor de boca. El caudal del río subió el domingo, se metió en el pozo que abastece al pueblo y desde entonces el agua que sale de los grifos es casi chocolate por la cantidad de lodo que tiene. Un día después, la situación se había normalizado, el caudal del río había bajado pero el agua seguía estando turbia porque hay que vaciar el depósito del agua para limpiar todo el lodo.

«Hay que esperar a que se vacíe el depósito y como en invierno hay poca gente, pues tardaremos más, al menos dos o tres días», explica Roberto Rodríguez, alcalde de Cordovilla. Asegura que esto es algo habitual cuando hay crecidas, pero cada vez se produce con mayor frecuencia porque no se limpian los cauces y con menos agua, la crecida es mayor y los problemas se dan antes. «Hemos tenido crecidas de hasta seis metros y el domingo con solo tres metros, que no es nada, se ha metido el agua en el pozo y ha cogido un montón de motores», explica el alcalde. Porque además, algunos motores de riego se inundaron el domingo, con los problemas que eso supone ya que hay que quitarlos y llevarlos a Palencia a secar y cambiar rodamientos. «No es que baje el caudal y ya se pasó. Ahora hay que seguir con temas de seguros y demás», aseguró el alcalde, que no deja de recibir llamadas de vecinos quejándose porque el agua no se puede usar ni para ducharse.

Los 120 vecinos de Cordovilla siempre están pendientes del Pisuerga, porque aunque no estén alarmados, ven que cada vez con menos agua el río está más alto. «Cada vez que hay una crecida tenemos el agua sucia, no se puede beber ni lavar la ropa, y aunque sabes que al pueblo no va a llegar, sí puede inundar las fincas», resume el alcalde, que está harto de quejarse y de que las administraciones se laven las manos y no den ninguna solución al problema. «Se pasan el problema de unos a otros y los que pagamos el pato somos los vecinos», sostiene Roberto Rodríguez.

Con los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero al 75,3% de su capacidad total, el organismo de cuenca ha fijado las fechas de las reuniones de las juntas de explotación para definir la campaña de riego de este año.

La del Carrión y Pisuerga-Bajo Duero se celebrará el próximo día 18, lunes, y analizará el estado de las reservas en los embalses de la provincia para determinar el agua que se podrá destinar a regadío durante la campaña, teniendo en cuenta que en los sistemas cuyos embalses se encuentran en situaciones más comprometidas, las dotaciones se revisarán durante la primavera, en función de la climatología.

En estos momentos, los embalses gestionados por la CHD se encuentran al 75,3% de su capacidad total, con 2.150,2 hectómetros cúbicos de agua almacenados, casi dos puntos más que hace un año (73,6%), y uno por encima de la media de la última década (74,5%).

En la provincia de Palencia, los embalses del sistema Carrión están por encima del 91% de su capacidad (Camporredondo al 91,9% y Compuerto, al 96,5%), mientras que los del sistema Pisuerga mantienen niveles que superan ligeramente el 50% (Cervera-Ruesga al 51,7% y Aguilar de Campoo, al 55,7%) y el de Requejada, por debajo del 20%.

Por ello, la CHD ya adelanta que el sistema Pisuerga-Bajo Duero es el único que, aunque presenta un mejor estado respecto al año pasado, no tiene garantizada en este momento una dotación que le permita desarrollar una campaña de riego normal.

En todo caso, señala que aunque las últimas semanas del invierno están siendo muy favorables, nunca debe olvidarse el importante papel que juega la climatología durante la primavera para el desarrollo de la campaña de riego y que hay que tener en cuenta posibles circunstancias climatológicas extremas durante la primavera y el verano que pueden complicar o mejorar el desarrollo de la campaña de riego.