Las alumnas de Restauración sirven el postre en el restaurante del IES Virgen de la Calle, este jueves. Manuel Brágimo

Palencia

Creaciones únicas cocinadas en clase

Los alumnos de Hostelería y Turismo del Virgen de la Calle atienden a treinta comensales al día en su restaurante, que tiene lista de espera

Viernes, 15 de diciembre 2023, 00:24

Ravioli de pera y gorgonzola o huevo a baja temperatura con boletus salteados y espuma de jamón. Y no solo eso, también es posible comer lingote de rabo con salsa de cítricos y milhojas de patata o terminar con un semiesférico de chocolate blanco y ... frutas del bosque con glaseado espejo y crumble de postre. En 'el taller' o el restaurante del IES Virgen de la Calle, los alumnos de los ciclos de Formación Profesional de la rama de Hostelería y Turismo hacen prácticas internas y aprenden directamente con clientes externos al centro (y también más cercanos, porque acuden otros estudiantes o profesores). Y además son muy asiduos sus familiares, que suelen acudir con mucha frecuencia a conocer y también a probar el trabajo de los suyos.

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«Unos quince estudiantes han comenzado el ciclo de Cocina este curso, suele ser la media que empieza cada año. La verdad es que es un número muy bueno para trabajar en 'el taller', que es la atención del restaurante más la cocina», explica el director del IES Virgen de la Calle, Ángel Juárez. Este restaurante interno, que lleva funcionando más de veinte años, tuvo que pararse durante la pandemia, pero retomó su actividad ya el curso pasado y tiene hasta lista de espera para poder degustar sus platos.

Atienden en las comidas (que se llevan a cabo dos días a la semana: martes y jueves) a unas 25 o 30 personas como máximo, que tienen que reservar la semana anterior, a través de la página web del centro educativo. «Y si las reservas comienzan a las nueve, muchos días a las nueve y media ya no hay más plazas disponibles para venir», afirma con orgullo el director. Y no solo eso, es que todo el mundo sale satisfecho y además sorprendido de la calidad y la originalidad de muchos platos, como unas carrilleras estofadas con vainilla, crema de boniato y milhojas de patata y bacon. Y de una atención del servicio, que está pendiente de vasos y copas vacías, o de si hay algún alérgico o intolerante en la sala.

El año pasado se permitía a los comensales escoger entre varios platos, mientras que en este curso se han decantado desde la dirección de Hostelería y Turismo por el menú degustación, basado en cuatro platos más el postre, que nunca se repiten y que se discuten y deciden siempre la semana anterior. Estas creaciones culinarias son posteriormente explicadas por los alumnos de Restauración a los clientes, antes de que degusten los platos, normalmente después de haberlos inmortalizado con el móvil. «Al alumnado le vale de prácticas porque se sirven las elaboraciones que ellos hacen en la cocina y encima por los chicos de sala», argumenta el director.

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Este cotizado (y barato, ya que son 13 euros el menú degustación) restaurante suele funcionar los dos primeros trimestres del curso, dividiéndose los martes y los jueves entre los distintos ciclos de Hostelería y Turismo, mientras que el último cierran sus puertas porque hay formación (prácticas externas) en distintos centros de trabajo, donde los alumnos emplean 300 horas.

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