Santiago Hidalgo Freyre, secretario del Ayuntamiento de Tariego desde hace 40 años

«El contacto diario con las personas y serles útiles es lo más satisfactorio»

–Lleva cuarenta años de servicio como secretario del Ayuntamiento de Tariego, un hecho inusual en esta profesión en la que se tiende a la movilidad...

–Saqué las oposiciones cuando estaba a punto de cumplir los 20 años. Entonces fui el secretario más joven de España. Me encanta mi trabajo y estoy orgulloso de ello, pues soy hijo y nieto de secretarios. Mi primer destino no fue Tariego, sino una agrupación de los Ayuntamientos de Torrecilla y Bercero (Valladolid). Posteriormente, mi primera plaza en propiedad fue Cervatos de la Cueza y ya el 19 de septiembre de 1983, tomé posesión en el Ayuntamiento de Tariego.

–¿Qué le ha reportado trabajar en el medio rural?

–Trabajar en el medio rural me ha permitido tener contacto con la gente auténtica, gente sana y trabajadora.

–¿Con cuántos alcaldes ha trabajado a lo largo de estas cuatro décadas y qué relación ha mantenido con ellos?

–En Tariego he tenido siete alcaldes de diferente formaciones políticas y en lo que a relaciones se refiere, ha habido de todo, aunque ha prevalecido lo bueno.

–¿Hay que lidiar mucho para que le hagan caso en la toma de decisiones?

–La función de un habilitado nacional es la del asesoramiento legal preceptivo y la fiscalización, pero, sobre todo, la de ayudar al alcalde en todo aquello que la ley permita. No es una tarea fácil, en absoluto.

–¿Su profesión le ha frenado a la hora de estrechar lazos de amistad con miembros de la corporación?

–No, para nada: lo importante es saber diferenciar lo profesional de lo personal.

–¿Ha empatizado con los vecinos?

–Con respecto a los vecinos, tengo que decir que siempre soy muy servicial con todos ellos y siempre estoy dispuesto a ayudarles en todo tipo de cuestiones, aunque no sean de mi competencia profesional, y eso para mí supone un plus de satisfacción.

–De todas las funciones que desempeña como secretario municipal, ¿cuáles le agradan más?

–Sin duda, el contacto diario con las personas; serles útil es algo que me llena de satisfacción.

–¿Y qué se le hace más cuesta arriba?

–Evidentemente hay materias muy complicadas y que exigen una gran carga de responsabilidad, como es la contabilidad; el urbanismo también es un asunto muy delicado.

–Su trabajo es clave para la marcha del consistorio. ¿Qué logros importantes del municipio destacaría gracias a su mediación?

–Intento aportar todo lo que esté en mis manos. Eres la única persona a la que acudir y si puedo ayudar, lo hago. En lo referente a los logros, el protagonismo de los mismos le corresponde a las corporaciones, con el alcalde a la cabeza, pero siempre intento aportar mi granito de arena. Cuando llevas tantísimos años en el mismo sitio, es porque estás a gusto y tu implicación es total.

–¿Qué opinión le merece que la Junta contrate a licenciados que han aprobado un examen después de asistir a un curso de formación de 100 horas para ejercer su oficio?

–En la actualidad no se convocan oposiciones y cuando se hace, salen muy pocas plazas. Los secretarios se van jubilando y se producen muchas vacantes en los ayuntamientos que hay que cubrir. Es preocupante que con un curso de 100 horas puedas acceder a un puesto al que los que en su momento opositamos, accedimos a la plaza tras una durísima oposición, pero es lo que hay y poco más puedo decir al respecto. Ser secretario de ayuntamiento es una responsabilidad, pero también un orgullo, al menos para mí.