La consulta covid atiende a 2.500 pacientes con secuelas desde junio de 2020

La especialista en Medicina Interna, Cristina Sánchez del Hoyo, comenzó con esta consulta el 22 de junio de 2020, después de hacer un proyecto que presentó en el propio hospital para tratar de hacer un seguimiento «a los pacientes que padecían neumonía por covid, cuando todas las consultas externas estaban cerradas en aquella época por la pandemia», rememora la doctora Sánchez del Hoyo.

«Dos tercios de las personas que tienen covid se olvidan del virus al mes y es la minoría la que se queda con secuelas o síndrome post-covid», reconoce la internista, a la que no le gusta la denominación 'síndrome post-covid', ya que «hay muchas enfermedades, desde antes de que existiera el covid, que están desencadenadas por enfermedades virales».

El 22 de febrero fue su último día al frente de esta consulta, ya que por el concurso de traslados comenzó a trabajar el 1 de marzo en otro complejo asistencial de la provincia de Valladolid. Su puesto, ya que la consulta va a continuar funcionando dada la demanda, lo ha ocupado la internista del Hospital Río Carrión María Paz Pérez.

La doctora Sánchez del Hoyo, que hizo la residencia en el centro asistencial palentino y comenzó a trabajar en el mismo hace nueve años, aún recuerda el primer día que se puso al frente de la consulta. Vio cuatro pacientes por neumonía bilateral y todos ellos eran revisiones de enfermos que habían estado ingresados en el Hospital Río Carrión, ya fuera en planta o en UCI por covid. Al principio, esta unidad se creó para que la especialista en Medicina Interna lo compaginase con la actividad de planta, pero la pandemia no frenó, lo cambió todo y fue necesario dedicarse exclusivamente a ella. Desde que comenzó hasta el 30 de noviembre de 2022 ha visto a 2.539 pacientes, a lo largo de 6.101 consultas.

Cuando se cumplieron dos años de la consulta, en junio de 2022, la cifra de pacientes que habían tenido que acudir a la misma llegaba a 2.300 y el número de consultas ya superaba las 5.200, por lo que durante estos últimos meses han llegado pocos enfermos nuevos y, en cambio, las consultas de revisiones se han mantenido con enfermos con covid persistente.

Cierto es que a algunos pacientes ha podido darles el alta tras la primera consulta, mientras que con otros ha tenido que mantener un seguimiento y varias citas, ya que los síntomas persistían.

El perfil de los pacientes ha ido variando a lo largo de estos tres años. En un principio, se trataba principalmente a los ingresados en el propio hospital con neumonía bilateral debido al coronavirus, pero las vacunas provocaron un gran descenso de esta afección. «En los primeros pacientes había muchas más secuelas respiratorias por las neumonías. Ahora tratamos mucho más con el síndrome de fatiga crónica, que existe desde mucho antes de la covid y que ya se sabía que se desencadenaba por infecciones virales», reconoce la doctora Sánchez del Hoyo, quien añade que el dolor articular, dolor muscular o fiebre persistente también son secuelas que siguen apareciendo en pacientes que padecieron covid, en muchas ocasiones de carácter leve, sin tener que ingresar ni sufrir muchos síntomas.

Otro tipo de pacientes que también están siendo tratados en la consulta son los oncohematológicos, que padecen una fiebre persistente y no dejan de dar positivo en las pruebas. «Hemos estado trabajando con Hematología y con el Clínico de Barcelona para tratar de negativizar las PCR y poder darles los tratamientos que tienen, tan necesarios», explica la internista.

Al principio de la consulta monográfica de covid-19 había más hombres que acudían, mientras que ahora hay más pacientes mujeres con una edad media de 40 a 50 años. «Estamos viendo más mujeres, que hacen una reacción inflamatoria persistente en el tiempo después de la infección aguda. Y es que el perfil de las enfermedades autoinmunes es mayor en las mujeres, por lo que en este caso también ocurre», afirma.

Los peores momentos de la consulta se vivieron a principios de 2021 con la tercera ola. «La peor época fue en marzo y abril del año pasado cuando llegué a ver hasta 35 enfermos cada día. Tantos pacientes al día era inabarcable», rememora. Posteriormente se fue relajando un poco la cantidad de enfermos diarios, con unos quince o así. «Y actualmente, los últimos días que yo he estado en la consulta, teníamos una media de 8 o 9 personas cada día», admite.

Por este motivo, por la reducción de pacientes diarios, la consulta de covid funciona desde noviembre a media jornada. «La demanda ha bajado por el descenso en el número de contagios, por lo que ahora se hace media jornada en planta y la otra media en la consulta de covid», explica.

Muchos de los pacientes que son atendidos ahora en la consulta covid llegan a través de Atención Primaria, aunque antes la mayoría eran los que habían estado ingresados en la planta en el hospital. «Al principio los más numerosos eran los hospitalizados, que, cuando no había vacunas, ingresaban en el hospital por neumonía bilateral. Actualmente ingresados por neumonía bilateral y malos de covid casi no hay y los que aún quedan son principalmente los no vacunados, pero son casos contados. El grueso de los pacientes que llegan son de Atención Primaria», analiza.

Ahora muchos enfermos que pueden llegar lo hacen por dolor articular o por cefaleas y ya son derivados directamente a la consulta de covid persistente. «Al ver estos síntomas y que están relacionados con el covid, me los mandaban directamente. En otras provincias también han visto a estos pacientes, pero Neurología por una cosa, Cardiología por otra... », argumenta. Reconoce que ha aprendido mucho a lo largo de estos dos años y ocho meses exactos (del 22 de junio al 22 de febrero) al frente de la consulta de covid. «Aprendes a base de ver pacientes, estudiar bien todo y hablar con otros médicos», analiza. «Creo que la clave es ver los pacientes como si no hubieran tenido covid para observar las enfermedades que se desencadenan después», finaliza.