La Plaza de San Pablo ha vuelto a recuperar su estampa habitual, niños y adolescentes esperando entrar a las clases del Conservatorio Profesional de Música o saliendo de una de estas formaciones. Les delatan los instrumentos que cada tarde los acompañan hasta aquí. En ... ocasiones más grandes y voluminosos, en otras, mucho más pequeños y de fácil transporte.
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Todos ellos tienen algo en común, su amor por la música. Así lo demuestran los 340 alumnos que este año forman este centro y que vuelven a llenar de vida unas aulas que se habían vaciado el pasado mes de junio, como ocurre en el resto de los centros educativos, con la llegada de la época estival. Ahora, tres meses después, se inician las clases de este nuevo curso 2024/2025.
Un curso para el que este martes se abre el periodo extraordinario de matriculación y en el que se esperan, al menos, 20 matriculas nuevas que sumarían más de 360 plazas. Una cifra perfecta para las capacidades y dimensiones de este centro, tal y como explica su director, Enrique Abello. «Hacía más de 10 años que no teníamos este número así que estamos muy contentos», sostiene.
Todo ello teniendo en cuenta que, mientras los nuevos nacimientos disminuyen, los alumnos del Conservatorio aumentan, siendo este un dato muy significativo. La mayoría de los nuevos futuros músicos ingresan a los 8 años. A esta edad lo hace el 90% de ellos, aunque siempre hay excepciones o casos puntuales.
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Esta es la mejor edad para hacerlo ya que así van a la par en cuanto a sus estudios en el colegio. Los cuatro primeros años de Educación Elemental se cursan desde segundo de Educación Primaria hasta sexto y, después, Educación Profesional la inician en primero de Educación Secundaria hasta Segundo de Bachillerato.
El profesorado también se encuentra estable en cuanto a número, pero sí que varía de forma importante cada año, señala Abello. «Tenemos funcionarios nuevos que hicieron el año de prácticas el año pasado. Y este año les han dado destino nuevo aquí, de trombón, de tuba, de piano. Tenemos algún profesor nuevo también».
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Como novedad, la especialidad de Canto cuenta con una plaza completa de profesorado que hasta este momento había sido solo a media jornada tras estar un tiempo desaparecida del Conservatorio Profesional de Música de Palencia. Son todo buenas noticias para este centro que afronta con enorme ilusión este nuevo curso.
Especialidades como piano, guitarra o saxofón se mantienen completas, como viene siendo habitual, mientras que otras cuestan más que se llenen. Es el caso de Trompa, aunque no se sabe el motivo ya que esto antes no ocurría. «Es un instrumento de viento metal, en la orquesta o en la banda es de lo mejor que hay. Tiene un repertorio precioso, es un instrumento muy bonito».
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El director no se explica esta circunstancia, «además, aquí siempre ha habido una clase muy llena, costaba mucho entrar, era muy difícil coger ese instrumento. Llevamos dos años así, el año pasado sacamos 4 vacantes y no cubrimos ninguna. Este año hemos sacado una más, 5 y tampoco». El director confía en que esta situación cambie ahora durante este nuevo período de matriculación.
Algo parecido ocurre con la especialidad de Canto, «la peculiaridad de Canto y su hándicap para la especialidad, como ocurre en la de Órgano. Se recomienda para las chicas tener más de 14 años para poder empezar a trabajar la voz una vez se haya dado el cambio y los chicos es aconsejable más tarde», destaca Abello.
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«Normalmente, es gente que ha hecho el grado medio de piano, el profesional de piano, otras especialidades, y que le apetece conocer el canto. Es una especialidad muy difícil, porque se empieza mayor, no se empieza de niño, por esa cuestión física», agrega.
Javier tan solo tiene 9 años, pero han sido suficientes para saber que se quiere dedicar a la música. Igual que su padre, quien toca la tuba en una charanga y es lo que le ha animado a apuntarse este curso al Conservatorio. «Empiezo con poco nivel, pero seguro que aprendo muy rápido», asegura durante su primera clase.
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Con su misma edad comenzaron Adrián Fernández y Diego Jiménez quienes son alumnos de percusión. Los dos lo hacen por tradición familiar y porque es lo que más les gusta. De 16 y 15 años, empezaron a tocar muy pequeños y aunque les apasiona, todavía no saben si se van a dedicar profesionalmente. Los dos comenzaron en trombón porque no había plazas en percusión y es donde siguen ahora.
«MI abuelo siempre ha tocado trompeta, empecé a tocar con él y quería seguir la tradición», sostiene Jiménez.
Actividades para el curso
Las actividades programadas comenzarán en las próximas semanas con los conciertos mensuales de la Filarmónica de Berlín, en el auditorio. También tenemos comprados 30 bonos de la Orquesta de Castilla y León para ir a escucharla en diferentes momentos, dependiendo de lo que sea el concierto, unas especialidades u otras. También, el ciclo de órgano, que se hace con la Diputación de Palencia.
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Además, también tenemos las actividades que hacemos con los centros de Educación Obligatoria, sobre todo Educación Primaria, que es con quien más nos relacionamos. Hacemos en Canta, Palencia, que lo hacemos en Villamuriel y que venimos juntando 700 o750 niños. «Es una actividad bonita», destaca.
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