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EL NORTE
Palencia
Lunes, 13 de septiembre 2021, 14:14
La Audiencia Provincial de Palencia ha condenado a un hombre de 62 años, A. M. F. D., titular de una explotación ganadera en Grijera, pedanía de Aguilar de Campo, a una pena de dos años y seis meses de prisión por un delito de ... incendio en bienes propios en concurso con un delito de estafa en grado de tentativa, después de que quemara una nave ganadera para cobrar los seguros de dos compañías.
Según el escrito de acusación del fiscal, que pedía la pena impuesta, el hombre contrató una póliza de seguros a través de una agencia de Reinosa (Cantabria), incluyendo la cobertura de daños causados por incendios. Asimismo, contrató otra póliza con otra agencia a nombre de la sociedad que representaba, en la misma línea. El 12 de junio de 2016, según el Ministerio Público, el hombre o un tercero a su cargo, «con ánimo de defraudar, provocó un incendio en una nave de ganado ovino». Previamente, habría trasladado el ganado ovino que habitualmente ocupaba esa nave a otra.
En el incendio se detectaron hasta cinco focos diferentes, «independientes y sin continuidad entre ellos, con la intención de proceder al cobro de la indemnización de las diferentes pólizas de seguro, sin que dicho cobro se haya producido al iniciarse las investigaciones policiales», según el fiscal.
La sentencia de la Audiencia considera como hechos probados que A. M. F. D. diseñó y ejecutó un plan en 2016 que, si se llevaba a cabo con éxito, podría proporcionarle una importante suma de dinero. «El plan pasaba por preparar un escenario que aparentase el origen fortuito de un incendio en una nave en la que solía guardar el ganado ovino de la sociedad de la que es propietario, Ganaderías Grijera SL; asegurar la nave muy por encima del valor de mercado y, pasado un tiempo, prenderla fuego él o un tercero en su nombre un día que a él se le pudiera localizar lejos de dicho escenario, y denunciado el siniestro y su origen fortuito, cobrar la indemnización de la aseguradora», recoge la sentencia.
El acusado nunca llegó a cobrar la indemnización porque, tras denunciar el incendio, la Guardia Civil concluyó que el siniestro había sido intencionado.
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