Condena para los ciervos del Monte el Viejo en Palencia

Son dos los ciervos que sufren esta condena y el tiempo pasa sin que ninguna mano se acerque hasta sus cabezas para liberarles de estos particulares 'grilletes' enganchados a esas astas que deberían alzar con orgullo.

La situación, denunciada públicamente por numerosos vecinos de Palencia a través de quejas en redes sociales y de llamadas al Ayuntamiento de Palencia, ha llevado a que los agentes de la patrulla de Medio Ambiente de la Policía Local hayan remitido diferentes informes al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Delegación de la Junta, con el fin de que los celadores de la reserva de ciervos o miembros del servicio veterinario puedan acercarse hasta los animales afectados y puedan liberarles de las ataduras.

Las quejas ciudadanas han llegado a tal punto que hasta los integrantes del Servicio de Bomberos de la capital han llegado a subir al Monte al recibir una llamada de un particular alertando de que unos ciervos estaban enredados con unas cuerdas. Al comprobar la situación, los bomberos tuvieron que retirarse, puesto que el animal se encontraba suelto y no atrapado, que es el tipo de intervención para la que están autorizados, dado que el cuerpo de bomberos no es un servicio veterinario.

En el último de los informes remitidos por el Ayuntamiento a la Consejería de Medio Ambiente, se reclama que «se tomen las medidas oportunas» para resolver el problema y se recuerda que los agentes municipales han comprobado en diferentes momentos del mes de enero que hay dos ejemplares de ciervo con cuerdas en la cornamenta y que otro animal se encuentra cojo. También indican que a uno de los ciervos se la ha enganchado un palo de casi dos metros en la cornamenta, lo que le dificulta la posibilidad de alimentarse.

Asimismo, se recuerda a los responsables de la Consejería que la situación ha sido comunicada en diferentes ocasiones al Servicio Territorial de Medio Ambiente y a los agentes medioambientales de la administración autonómica, sin que hasta el momento haya una respuesta, con lo que los animales siguen sufriendo el problema.

En la tarde de ayer, en la que numerosas familias se acercaron hasta la reserva para alimentar a los animales, la consternación por el estado de los dos ciervos era máxima e incluso algunos visitantes intentaban que los animales afectados se acercasen hasta la valla para intentar arrancar las cuerdas con las manos, aunque todos los esfuerzos eran en vano.