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Emilio Gutiérrez Caba | Actor
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Emilio Gutiérrez Caba | Actor
«No concibo ver 'influencers' en el mundo de la interpretación»Bisnieto, nieto, hijo, sobrino, hermano y tío abuelo de actores, Emilio Gutiérrez Caba, uno de los estandartes de la escena española, recalará este domingo (19:00 horas) en el teatro Ortega de Palencia para recitar a Lorca en un espectáculo poético-musical producido por ... OperaConcert, en el que estará arropado por Luis Santana (barítono), José Manuel Cuenca (piano), Carles Pons (guitarra) y Almudena Roca (bailaora).
–Nació en Valladolid el 22 de septiembre de 1942 de forma accidental, su madre Irene le parió allí durante una gira teatral, pero se crió en Madrid...
–Valladolid es una ciudad que me quiere mucho y de la que he recibido el Premio de Teatro Provincia de Valladolid, que concede la Diputación, y la Espiga de Honor de la Seminci. Yo también la quiero mucho.
–El público palentino también le tiene mucho cariño...
–Lo sé. Palencia es una ciudad a la que yo también le tengo un cariño muy especial. Me encanta el Teatro Principal, aunque en esta ocasión actúo en el Ortega, un teatro-cine emblemático.
–Por cierto, ¿dónde tiene colocado el Águila de Oro que le entregó en 2004 la entonces denominada Semana de Cine de Aguilar de Campoo?
–El Águila de Oro, aunque ya no es tan dorada porque se ha decolorado con el tiempo, lo tengo a los pies de la mesilla de mi dormitorio. Los dos días que pasé en Aguilar de Campoo fueron muy entrañables y estupendos.
–¿Qué tiene su voz que tanto la solicitan para declamar poesía?
–Eso habría que preguntárselo a quienes me reclaman. Supongo que será porque llevo muchos años trabajando con rimas dramáticas de poetas españoles y en los recitales de poesía, y con determinados autores, quizás mi voz sea la adecuada.
–El recital lírico en el teatro Ortega se adereza con música, canto y baile. ¿Qué le engancha de este tipo de espectáculos a los que ya nos tiene bastante acostumbrados?
–Son espectáculos que yo aprecio mucho porque hay muchísimo contacto con el público. Con las obras de teatro el público es más 'voyeur' de lo que se está representando, mientras que en los recitales hay una mayor implicación y comunicación con los espectadores. Y eso es muy atractivo y seductor para los actores. Y si se combina con música, canto y baile, al estar los ritmos ya programados, no me desconcierta.
–¿Qué le magnetiza del universo lorquiano?
–Lo que me gusta de Lorca es la frescura de su poesía y la cercanía con la tierra andaluza. Cuando uno conoce esos parajes, se siente muy identificado con sus poemas. Es un grandísimo poeta, desde luego.
–La covid le derivó a una infección pulmonar…
–Fue una insuficiencia respiratoria, bastante grave, que me ha dejado secuelas. Todavía no tengo los suficientes niveles de saturación de oxígeno cuando respiro porque los pulmones se han quedado pequeños. Según me dicen los médicos, la recuperación tardará alrededor de cuatro años, aunque ya he recuperado mucho.
–¿Le afecta a la hora de trabajar?
–Me limita bastante, sobre todo en las representaciones teatrales, no así en los recitales. Cuando hago movimientos durante las obras, necesito oxígeno, botellas que no se tienen a mano durante una función de noventa minutos, por lo que me impide hacer teatro, no tanto cine o televisión porque puedes hacer una toma sin extra de oxígeno y administrármelo una vez que finalizo la escena. Me ofrecieron participar en una obra de Juan Carlos Rubio y tuve que rechazarla porque justo en ese momento padecí una bronconeumonía que derivó en la insuficiencia respiratoria.
–¿Tiene ganas de volver a estar al 100% para subirse a las tablas y representar un montaje teatral?
–No, no tengo ganas. Antes de que enfermara, ya me estaba planteando aparcar el teatro porque no me apetece subirme todos los días a un escenario, sobre todo por los años que tengo. El concepto del teatro de ahora no me entusiasma demasiado y si siento eso, mala señal.
–Entonces, ¿le apetece más hacer cine o televisión?
–Colaboro de vez en cuando con el programa 'Aquí la tierra', de Televisión Española, y para interpretar papeles dramáticos en series depende de si te llaman. Y cuando me ofrecen participar en películas, reconsidero las propuestas y acepto o no en función de la apetencia.
–Tras seis décadas en la profesión, ¿ha cumplido todos sus sueños?
–En la vida nunca se cumplen todos los sueños. La vida te lleva por donde quiere ella. Uno puede ansiar unas cosas, pero el destino te ofrece otras.
–¿Y qué le gustaría que le ofreciera el destino?
–Tranquilidad, un poco de tranquilidad. Me gustaría que se calmaran los ánimos en mi país; me refiero al clima político. El mundo se está tornando muy bélico y me gustaría que hubiera más sensatez. No logro entender cómo pueden dirigir países o estar en política Trump, Milei, Abascal o la señora Meloni. Me resulta desconcertante y poco asimilable. La historia es cíclica a veces, pero lo que se repite es el desequilibrio entre los seres humanos; los poderosos económicos están destrozando el mundo.
–¿Tiene cerrada su intervención en algún proyecto?
–En septiembre empezará el rodaje de una película que va a dirigir Carlos Iglesias, actor y director muy ponderado, que aún no tiene un título definitivo y creo que participaré en ella. Se trata de un 'thriller' que tiene como trasfondo la campaña de la División Azul en Rusia en el año 1941.
–¿Pertenecer a una saga actoral le ha abierto más puertas o le ha generado un mayor nivel de exigencia?
–Las dos cosas. Supongo que me ha abierto más puertas, pero, al mismo tiempo, me ha elevado el listón, más que nada por las comparaciones con mis hermanas, que han sido dos de las grandes de la escena española. Al tiempo que te dan más oportunidades, te exigen más.
––Por cierto, ¿qué tal se encuentra su hermana, la gran Julia Gutiérrez Caba?
–Este año cumplirá 96 años. Julia está muy bien, afortunadamente. Le encanta ver cine, va al teatro, pasea y no hace mucho ha hecho grabaciones para audiolibros. Ya me gustaría a mí llegar a esos años con esa vitalidad y fortaleza.
–¿Su familia fue su escuela?
–No exclusivamente, fue todo el mundo que me rodeaba: mi familia y también los actores y actrices con los que actuaba y las vivencias que viví.
–Su sobrina nieta, Irene Escolar, alarga la saga familiar. ¿Ha heredado la casta de los Gutiérrez Caba?
–Supongo que sí. Yo la veo desde el entusiasmo y, desde luego, tiene mimbres para hacer unos cestos fantásticos. Es una mujer trabajadora, que quiere a su profesión y que hoy está viviendo un gran momento. Está inmersa en proyectos muy interesantes; sabe escoger muy bien sus trabajos.
–Como espectador, ¿le espanta la forma de interpretar de algunos actores o actrices ya reconocidos?
–No, lo que no concibo es que se contrate a 'influencers' en el mundo de la interpretación por el mero hecho de tener miles de seguidores en las redes sociales. Y esto viene provocado por la falta de rigor y criterio de la sociedad española actual con respecto al teatro, el cine y la televisión. Considero que hay excelentes intérpretes jóvenes y no tan jóvenes, muy buenos profesionales que merecen tener todo el apoyo y respeto del mundo, y hay otros que no lo hacen demasiado bien y ahí siguen. Antes también pasaba esto, pero ahora hay muchos más y con otras formas, que yo no comparto.
–¿Usted ha sido un hombre derrochador o ahorrador?
–En esta profesión no se puede ser derrochador. La comparativa de los actores españoles con los americanos o, incluso, con los del resto de Europa, es irrisible. A la mayoría de los actores españoles nuestro oficio nos permite vivir de una forma decente, mejor que en otras profesiones y peor que en otras. El 72% de los artistas en España no pueden vivir exclusivamente de su profesión; viven por debajo de la línea de pobreza; y sólo un 7% ha podido vivir de ella, sin grandes lujos.
–¿Cómo resumiría su paso por la vida?
–La vida es un cúmulo de aciertos y desaciertos, como le pasa a la mayoría de la gente. Todas las vidas tienen un claroscuro.
–En su caso, ¿cuáles han sido esos desatinos?
–Eso sería muy largo de contar. Me remito a los dos libros que he publicado: 'El tiempo heredado' (Aguilar, 2019), un recorrido por la saga familiar, y 'Memorias de cine' (Cátedra, 2023), donde repaso mi carrera cinematográfica. En lo que he acertado ha sido en dejar de fumar en 1985. Y he errado en muchísimas cosas.
–Y eso no lo veremos en su biografía, ya que se resiste a escribirla…
–Todas las biografías son mentira porque el protagonista siempre trata de quedar bien.
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