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¿En qué se parece Ikea o Carrefour al pequeño comercio palentino? En que todos utilizan la neurociencia para conocer el gusto de los consumidores para mejorar sus estrategias en el interior de las tiendas, en los escaparates o en las web de los negocios. ... Esta actuación, entre la Cátedra de Comercio de la Universidad de Valladolid en el campus de Palencia, el Ayuntamiento palentino y Sociograph, forma parte del proyecto Palencia de Compras, con el que se pretende fomentar las ventas de las tiendas de la capital palentina, mediante una serie de medidas vinculadas a la competitividad digital. Esta rehabilitación de las zonas urbanas comerciales supone una inversión de 543.000 euros y cuenta con una subvención de los fondos europeos Next Generation de 434.000 euros.
«Consiste en medir las emociones de las personas que entran a consumir y ver las tiendas y saber identificar qué emociones o experiencias de compra tienen. Con esos datos, mejorarla y ampliar sus herramientas para que el comercio se beneficie de ello», afirmó este martes la concejala de Impulso Económico, Judith Castro, quien subrayó que «somos pioneros y únicos en España, Palencia está a la vanguardia de este análisis del comercio».
¿Cómo? Con un brazalete que va conectado a dos electrodos en los dedos índice y corazón, que registra la electricidad que tienen los consumidores en la piel. A través de esta, se mide el nivel de atención y de emoción que están sintiendo en cada momento. El dispositivo del brazo lleva conectadas unas gafas que graban todo lo que la persona ve y escucha. «Nos permite correlacionar lo que ven, escuchan y sienten y así se sabe qué zonas de la tienda son mejores y cuáles necesitan un punto de mejora o una estrategia para impulsarlas o cómo de impresionante es un escaparate, porque si no nos impacta no cruzaremos la puerta para comprar», señaló Elena Martín, CEO de Sociograph.
Se están evaluado, mediante este sistema de neurociencia, un total de veinte establecimientos comerciales de la capital, de moda, infantil, deportes o muebles. Participan unas cuarenta personas voluntarias, que realizan rutas en pequeños grupos para recrear una experiencia «lo más real posible». Así van visitando con el dispositivo las diferentes tiendas, en libertad, sin que se imponga rutas. Ven los interiores, escaparates y webs o, en caso de no tener, las redes sociales y cumplimentan unos cuestionarios.
Hace unos años se llevó a cabo, a través de la Facultad de Comercio de la Universidad de Valladolid, el proyecto 'I+D Comercio Minorista. Variables e indicadores', tras el estudio de nueve negocios de la Calle Mayor y la calle Colón durante el mes de noviembre. Con unos dispositivos similares se pudo conocer que las ventas se incrementaban de 12 a 14 horas, que el perfil mayoritario de los clientes eran mujeres de 40 a 50 años o que el 2% de los paseantes entran finalmente en los comercios.
En estos momentos se está en «fase de tratamiento», por lo que los resultados de este nuevo estudio se conocerán en las próximas semanas. «Nos va a permitir hacer ese registro de forma grupal. No nos interesa que una persona reaccione en concreto, sino cómo reaccionaría una persona de esas características en el conjunto de la sociedad y nos aporta ese valor grupal», incidió Martín.
Este proyecto de zonas de rehabilitación urbana comercial, que partió del anterior equipo de Gobierno, supone una actuación de todo el comercio de forma global con distintos puntos, no solo la neurociencia. Por ejemplo, la formación 'Scale up' ha servido para que las empresas o comercios que ya tenían un servicio 'on-line' puedan mejorar y conseguir nuevas herramientas «porque no se necesita una adaptación al mundo 'on-line', sino una transformación digital real», aseveró la edil de Impulso Económico.
El relevo generacional se va a poner en marcha ahora y va a servir también «para dar ese salto 'on-line', esa transformación que necesita el comercio». Otra de las actuaciones que arrancarán en breve será sobre la igualdad o el 'gastroshopping'.
También se va a implantar, dentro de este proyecto, la eficiencia energética de la Plaza de Abastos. «Vamos a cambiar las puertas, que es una demanda de los propios vendedores por las corrientes que se forman, que no incentivan el consumo porque al final si vas a pasar frío, estarás menos tiempo comprando», afirmó Castro. Además, se añadirán las cortinas de aire, que cortan el frío en las puertas de entrada con un aparato térmico que lanza el calor con fuerza hacia abajo. «Será una medida más para evitar las corrientes. Lo ha decidido este equipo de Gobierno, ya que reunía todas las condiciones y teníamos en un mismo espacio común más de veinte comercios», agregó.
Desde el Ayuntamiento de Palencia reconocen que existen muchos casos de éxito de comercios locales que han incrementado sus ventas con la compra 'on-line'. «Mejoras tu imagen, tus canales de venta y llegas a un público mucho más amplio», argumentó. «El momento que se vive en el sector del comercio es malo porque el cambio del comportamiento del consumidor ha sido tan brutal que la adaptación es muy complicada, pero no es imposible», sentenció.
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