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Durante el reinado de Alfonso XIII tres hermanos menesianos –congregación religiosa dedicada a la enseñanza– aterrizaron en la localidad palentina de Aguilar de Campoo en 1921 para dirigir un nuevo proyecto educativo: el colegio San Gregorio, fundado por Escolástica Rodríguez García (Porquera de los Infantes, 1871-Aguilar de Campoo, 1940), ubicado en los locales que hasta entonces albergaban una panera de la calle Nueva –hoy denominada La Calleja, en la superficie que ocupa curiosamente la discoteca Laser II– e inaugurado con 135 alumnos.
Tres años después, este centro trasladó su sede a la calle Maricadilla, concretamente a la casa solariega anexa a la actual biblioteca, y en 193, Escolástica traspasó la administración del mismo a la citada orden. El colegio permaneció en esta nueva dirección hasta 1959, año en que se estrenó el actual edificio de porte señorial erigido en el barrio del Soto, a orillas del río Pisuerga y muy próximo a la flamante parroquia de San Miguel de la villa galletera. El San Gregorio mantuvo además un internado desde 1924 hasta 1989, un servicio que dejó de prestarse ante el descenso de matrículas.
Tras haber sido sometido a una serie de reformas y ampliaciones en la segunda mitad del siglo XX, hoy el San Gregorio (SG) luce todo su esplendor y en 2021 cumplió su centenario, efeméride que se exaltó durante el acto de apertura del presente curso académico y que se ha ido recordando en los meses posteriores con la celebración de distintos actos.
La celebración de los 20 lustros del colegio San Gregorio de Aguilar se respira, sobremanera, en el interior del centro, donde los pasillos han sido decorados con fotografías de ayer y de hoy que ilustran el recorrido histórico del colegio de La Mennais en la villa galletera. Además, en cada rincón del colegio se descubren múltiples referencias a este siglo de vida. La clausura de este centenario tendrá lugar el 28 de mayo con un acto que contará con la presencia de distintas autoridades locales, provinciales y regionales. «Cumplir 100 años es hacer posible que algo material y hecho por la mano humana se convierta en algo natural, algo que siempre lo hemos tenido como vecino, como referencia, como nacido desde siempre ahí, como algo que le es propio a este pueblo y le identifica», subrayan los responsables del San Gregorio.
A lo largo de sus cien años de historia, el centro se ha ido adaptando a las nuevos tiempos y hoy se ha convertido en uno de los estandartes dentro del panorama educativo. Es, sin duda, toda una institución académica.
En su modelo de enseñanza, el San Gregorio se ha preocupado por introducir a sus estudiantes en las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC's) y por priorizar entre ellos el bilingüismo, además de implantar y participar en programas de distinta índole (estimulación musical, educación emocional, auditoría académica, atención personalizada, acogida de estudiantes europeos,…) y de planificar un sinfín de actividades tanto extraescolares como dentro del aula, con un claro objetivo: mejorar el aprendizaje y el nivel cognitivo del alumnado y estimular su desarrollo personal.
La metodología educativa del San Gregorio, que en el presente curso cuenta con 561 alumnos, 49 profesores y 6 hermanos menesianos –de estos últimos 3 imparten clase– y cuya oferta abarca desde Infantil a Bachillerato, ha sido aplaudida con la concesión de significativas distinciones: Premio Nacional Giner de los Ríos (Ministerio de Educación y Ciencia), primer colegio en España certificado como Microsoft School (Microsoft), Premio Nacional Vicente Ferrer de Educación al Desarrollo (AECID y Ministerio de Educación y Ciencia), centro referente Unicef o Sello de Calidad Europeo eTwinning.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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