Circula ebrio y drogado desde Valladolid a Dueñas en llantas y a golpes contra el guardarraíl

Los hechos ocurrieron a las 2:30 horas del domingo, cuando una patrulla del Grupo de Reserva y Seguridad de León de la Guardia Civil, realizando funciones de seguridad ciudadana, observó en el punto kilométrico 126 de la autovía A-62, a la altura de Valladolid, a un vehículo de la marca Mercedes que realizaba una conducción temeraria, colisionando con el guardarraíl derecho repetidamente, zigzagueando de un lado a otro de la vía. Al acercarse más al vehículo, vio cómo circulaba con la defensa posterior desprendida y arrastrándola y con las ruedas de los ejes derechos levantadas y circulando con las llantas. Se procedió a darle el alto, haciendo caso omiso e incrementando la velocidad.

Los agentes solicitaron el apoyo de otra patrulla del Grupo de Reserva y Seguridad de León, acudiendo al lugar otro vehículo del instituto armado, realizando ambas patrullas un seguimiento desde la parte posterior tratando de que se detuviera, dándole instrucciones por megafonía y con el uso de las luces prioritarias de los vehículos oficiales. El conductor hizo caso omiso a estas instrucciones y continuó con una conducción temeraria, siguiendo colisionando con el guardarraíl, dañando el asfalto y varios elementos y señales de la vía. Durante el seguimiento se incorporaron al dispositivo de detención dos patrullas del Destacamento de Tráfico de Valladolid.

El vehículo circuló en esta situación hasta el punto kilométrico 92,850 de la A-62, a la altura de Dueñas, donde se detuvo colisionando lateralmente contra el guardarraíl derecho. Al llegar los guardias civiles a la altura de la ventanilla del conductor, observaron cómo este se encontraba en estado aparentemente inconsciente y con las manos en el pecho. Al intentar asistir al conductor, el vehículo tenía las puertas bloqueadas, por lo que se procedió a romper la ventanilla y a abrir la puerta, momento en que el conductor recuperó la consciencia y, en estado violento y agresivo, intentó cerrarla tirando fuertemente de la misma y golpeando la muñeca derecha de un guardia civil. El conductor comenzó entonces un forcejeo con los guardias civiles, propinándoles patadas y puñetazos y resistiéndose fuertemente a abandonar el vehículo.

Empleando la fuerza mínima indispensable, los agentes consiguieron sacar del vehículo al conductor y tumbarle en el suelo, donde comenzó de forma agitada a darse cabezazos contra el asfalto, manifestando que había consumido grandes cantidades de cocaína y alcohol.

Debido a su continuo estado de alteración, fue requerido un vehículo oficial con mampara para su traslado a dependencias policiales en el cual fue introducido. Fue entonces cuando el detenido comenzó a dar fuertes golpes con los pies a la puerta trasera ocasionando diversos daños y causándose lesiones en las piernas por la fractura de la puerta.

Debido al estado de nerviosismo y alteración del detenido, fue requerida una ambulancia. Por instrucciones del equipo médico, se sacó al detenido del vehículo para suministrarle dos tranquilizantes por vía intramuscular. Tras tumbarle en el suelo para la administración de los tranquilizantes, comenzó de nuevo a autolesionarse dándose cabezazos contra el suelo, por lo que se tomó la decisión de inmovilizarle en una camilla adaptada, introducirle en la ambulancia y trasladarle al Hospital Río Carrión de Palencia.