La cifra de autónomos cae en 123 en un año, uno de cada tres en la agricultura

Los datos son claros: de los 990.429 afiliados a la Seguridad Social que hay en Castilla y León, 185.659 son autónomos. O lo que es lo mismo, uno de cada cinco. Por eso, autónomos como Domiciano Curiel –ahora concejal con dedicación exclusiva en el Ayuntamiento por Vamos Palencia–, gerente de un comercio textil en Palencia y hasta hace poco presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Castilla y León asegura que «hay que actuar pronto y proteger la figura del autónomo y del emprendedor» y pide a la sociedad que sea consciente de la importancia que tiene el trabajo autónomo dentro del tejido económico de la provincia y de la capital.

A pesar del peso que tiene este colectivo, la realidad es tozuda. Tanto la provincia como la comunidad siguen registrando cifras negativas. Según la Asociación de Trabajadores Autónomos ATA, hoy en Palencia hay 123 autónomos menos que hace un año y en Castilla y León se han perdido 1.905 autónomos en el mismo periodo. En la provincia, el sector con más peso, la agricultura, con 3.273 afiliados a la Seguridad Social en julio, contaba 43 activos menos que al finalizar 2023. Las actividades industriales también han perdido activos, 19 trabajadores en seis meses y la educación 26. Otros, como el comercio o la construcción, se han mantenido. Y los hay, como la hostelería, el transporte o sector sanitario que han evolucionado positivamente con 34, 10 y 8 afiliados más respectivamente en la primera mitad de 2024.

Unas oscilaciones que vienen determinadas por una serie de problemas que son estructurales, como señalan desde ATA.

El principal problema es el envejecimiento de la población. Por un lado porque se consume menos y se necesita menos de todo, y por otro porque la población activa también va cumpliendo años y acerca cada vez más la hora de cierre de los negocios. Según Adeco, Castilla y León es la comunidad autónoma con la fuerza laboral más envejecida. En esta comunidad, el 25,8% de la población tiene más de 55 años, frente a la media nacional del 20,8% y al 16,5% de hace una década. En Palencia, el porcentaje es muy similar:el 25,5% de la población supera los 55 años, ocupando el octavo lugar a nivel nacional y el sexto en la región.

Además, el envejecimiento de la población sigue avanzando cuanto más se acerca la edad de jubilación, ya que en Castilla y León se contabilizan 217 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 años. «El proceso de envejecimiento ha cogido velocidad de crucero y tiene un gran impacto en el mercado de trabajo», afirma el director general de la Fundación Adeco, Francisco Mesonero.

Lo confirma Curiel. Basta echar un vistazo al comercio para comprobar que un alto porcentaje de las personas que atienden tras el mostrador son mayores de 50 años, señala. Cosa que no ocurre en otros sectores como las empresas tecnológicas y las profesiones artísticas o más científicas, o en el sector de los cuidados, un nicho con un potencial de desarrollo muy interesante en esta provincia tan envejecida. Es cierto también que hay muchas personas mayores de 50 años que están emprendiendo «por obligación», porque no encuentran hueco en el mercado laboral por cuenta ajena.

Relevo generacional

Por otra parte, hay un problema evidente de relevo generacional en el comercio, la hostelería, la agricultura o la industria. Son muchos los negocios pequeños y medianos que en mayor o menor medida tienen problemas para que la persiana se mantenga abierta cuando llega la edad de jubilación. «Los hijos no ven clara la continuidad del negocio de sus padres», afirma Curiel. Y si no le ven color, no van a mantener abierto un negocio cuya rentabilidad ponen en duda. Igualmente, como señala este comerciante, hay negocios muy rentables que encuentran las mismas dificultades para dar el traspaso.

También existe un problema de sincronización entre la formación de los trabajadores y los requisitos de las empresas, que dispara la tasa de desempleo, cuando, al mismo tiempo, las empresas no logran cubrir sus vacantes.

Con todo, se está dando la paradoja de que en Palencia y en Castilla y León hay trabajo y hace falta mano de obra y a la vez hay trabajadores que no encuentran empleo. De hecho, sectores como el comercio o la hostelería se las ven y las desean no solo para traspasar sus negocios, también para encontrar trabajadores que les permitan seguir abriendo cada día.

El comercio es hoy en día uno de los sectores que más está sufriendo. «Lo tiene casi todo en contra», el envejecimiento de población, la falta de relevo y la falta de mano de obra que huye, al igual que en hostelería de jornadas partidas y de trabajar los fines de semana. En pueblos como Aguilar de Campoo y su comarca se está viviendo lo que ya se denomina 'efecto Gullón' porque la gente encuentra más atractivo trabajar en las fábricas de galletas que en comercio y hostelería.

Por eso, hay que desterrar los prejuicios y estereotipos que dificultan el acceso al empleo de las personas más veteranas y apostar por políticas activas de empleo que corrijan este desajuste estructural. Además, es importante recordar que los autónomos también son potenciales generadores de empleo por cuenta ajena, lo que les convierte en una doble fuente de creación de empleo.

Tampoco hay que olvidar los cambios sociales y culturales que ha dejado la pandemia, de forma que los jóvenes valoran más el ocio y el tiempo libre, «y el autónomo lleva el negocio en la cabeza 24 horas», asegura Curiel. Por eso, no todo el mundo puede trabajar por cuenta propia porque «emprender es una forma de vida», añade Curiel.