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'Shadow' significa 'sombra' en español y Yoel Leiva Úbeda (Martorell, 33 años, aunque se crió en Esparraguera) se apropió de ese término anglosajón como nombre de guerra para firmar sus grafitis, pero como la uve doble no le salía bien, decidió prescindir de ella. ... Shado abandonó el arte urbano para dedicarse a la música, medio de vida que compaginó con sus inicios en la magia hasta que se vio abducido por el ilusionismo. El mago carterista deslumbrará este domingo, a la seis de la tarde, a los espectadores del Teatro Ortega de Palencia con su espectáculo 'Cleptómago', donde combina hipnosis, mentalismo y 'pickpocket'-carterista.
–Desembarca hoy domingo en el Teatro Ortega de Palencia con 'Cleptómago', un espectáculo que creó hace seis años...
–Este espectáculo comenzó a crearse en 2018, luego llegó la pandemia y cuando pudimos volver a actuar, retomé 'Subliminal', un espectáculo más antiguo. 'Cleptómago' se estrenó oficialmente a finales de 2023 y lo presento en Palencia por primera vez, nunca antes había estado en la capital palentina.
–¿Con qué efectos deslumbrará a los espectadores palentinos?
–Es un espectáculo en el que he introducido muchos artes que he aprendido a lo largo de mi carrera para que el espectador disfrute de una experiencia variada, no es exclusivamente mentalismo ni un espectáculo de magia al uso, de hacer desaparecer cosas sin más. 'Cleptómago' combina muchos artes y muchas ramas de la magia: hipnosis, mentalismo, 'pickpocket', el plato fuerte del espectáculo, un arte único que sólo hacemos dos magos en España: Héctor Mancha y yo.
–Se le conoce como el mago carterista...
–Así se me dio a conocer a raíz de intervenir en distintos programas de televisión, donde comenzaron a presentarme como el mago carterista y como de los dos magos que nos dedicamos al 'pickpocket', yo soy el más mediático, me quedé con ese sobrenombre.
–¿Qué le arrastró a cambiar los grafitis por el break y la música y acabar en el ilusionismo?
–El tema de la cultura, por llamarlo de alguna forma, fue más una afición que otra cosa porque nunca me dediqué a ello profesionalmente, aunque en el ámbito musical, en el que me inicié con el grupo Zona Zero, llegué a hacer mis pinitos y saqué tres maquetas y un disco en solitario bajo el título 'Shadomasokismo', pero luego lo dejé por la magia, que era lo que más me gustaba desde pequeño y con dieciocho años, más o menos, ya tuve claro que quería enfocar mi futuro hacia esta profesión.
–Siendo niño o adolescente, ¿vio algún programa televisivo o leyó algún libro que le hiciera plantearse dedicarse a este oficio?
–A mí de pequeño me gustaba más la magia de fantasía, más que el ilusionismo. Me encantaba 'Harry Potter', pero eso en la vida real no había manera de estudiarlo (risas). Tuve un tío abuelo que siempre me hacía trucos de magia con cigarrillos y a mí me flipaba. Y con dieciocho años fue cuando empecé a meterme más de lleno en el mundo de la magia, donde aprendía trucos, compraba piezas de magia, estudiaba y fui conociendo a otros magos.
–¿Su estética ha forjado parte de su éxito?
–Sí, con ella he marcado una tendencia y me ha hecho destacar entre todos, independientemente de si hago mejor o peor magia. Choca mucho ver sobre un escenario a un mago con pinta de cantante de reguetón. De hecho, ahora muchos más magos visten de calle, más informales.
–Sus vídeos en las redes sociales han sobrepasado los 40 millones de visitas. ¿Internet ha sido su trampolín para auparse en el mundo de la magia?
–Ha sido uno de ellos; la televisión ha sido otro. Hubo un momento de mi trayectoria que aparecía en muchos programas de Telecinco y eso me ha ayudado en mi carrera. Pero, sin duda, las redes sociales han sido el trampolín más fuerte.
–¿Qué pros y contras destacaría de sus trece años de recorrido profesional?
–Dentro de la magia todos son pros, no ha habido ningún contra. La magia me ha dado de comer, me ha hecho valorarme a mí mismo, me ha dado una seguridad inmensa… La repercusión mediática no me molesta en absoluto y la llevo muy bien, pero determinados momentos, por ejemplo, cuando estás cenando en pareja y se acercan a ti para hablar o para sacarme fotos, puede llegar a incordiarme, pero en casos muy excepcionales. Reconozco que gracias a los que me siguen en redes y a aquellos que acuden a mis espectáculos giro en teatros y los lleno. Estoy muy agradecido por ello.
–Lo que sorprende de su gremio es que haya muy buena química entre todos y que no surjan polémicas ni críticas.
–La verdad es que hay muy buen rollo y todos nos queremos mucho y nos apoyamos. No hay competencia porque hay escenarios para todos.
–«La magia no es sólo una habilidad que poseo; es mi identidad, mi razón para levantarme por las mañanas y hacer que la realidad sea un poco más intrigante», asegura.
–Y lo ratifico. Es un mundo de misterio en el que no sabes qué va a pasar cada día. A mí la magia me ha reportado muchísimas satisfacciones a nivel profesional y personal, ha llenado mi vida. En la magia se aprende constantemente; pienso en la magia a todas horas y en cualquier lugar.
–Usted ha concebido ilusiones para otros magos.
–Sí, yo también me dedico a la invención de magia; de hecho, recibí el Premio Nacional de Magia en esta categoría. Es la parte que más divierte y ya he vendido varias ideas que las realizan otros magos en sus espectáculos.
–¿Ansía premios o con llenar teatros le basta y le sobra?
–Yo no acostumbro a presentarme a concursos de magia; sólo lo hice esa vez en la que gané el premio. Creo que los premios en la magia no repercuten en tu carrera, tan sólo alimentan el ego de uno mismo y que la profesión reconozca que eres un buen mago. A mí lo que más me satisface es llenar teatros y que me sigan en las redes sociales. Con eso no quiero decir que no vaya a competir de nuevo; lo haría en concursos donde se premien las invenciones propias para dejar constancia de que ese número lo has creado tú.
–¿Los números de magia tienen fecha de caducidad?
–No, porque siempre hay gente nueva que los ven por primera vez y hay otros que han visto determinados efectos en un espectáculo y no los recuerdan. Yo he repetido números de magia a mis amigos y vuelven a sorprenderse con ellos. La magia se magnifica mucho entre los espectadores porque recuerdan la ilusión que han experimentado.
–Como espectador, ¿qué mago le deslumbra'
–Hay muchísimos que me encantan y de distintos tipos de magia. Me encanta Héctor Mancha, con el que aprendí el 'pickpocket', y, también, Mario López, un mago muy creativo. Me flipan los magos que tienen ideas locas, aquellas que no puedes adivinar.
–¿Su sueño por cumplir?
–Nunca me he marcado una meta; las metas te limitan. Para mí lo importante es el camino y lo que estoy viviendo.
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