Castrillo de Don Juan reúne a sus vecinos para brindar por el nuevo año

Castrillo de Don Juan luce sus mejores galas navideñas durante estos días. Continuando con la iniciativa de años anteriores, únicamente suspendida durante la pandemia, la asociación cultural y recreativa San Antonio de Padua, organizó la tradicional cena de hermandad, que congregó a más de 160 vecinos en el centro cívico La Panera. Una cena preparada con esmero por los propios socios, que cuidaron con todo lujo de detalles en cada uno de los platos, incluyendo la decoración de las mesas y del propio local.

De este modo, los vecinos degustaron una suculenta cena con entremeses variados, marinera murciana, langostinos, barquitas de piña y salmón, siendo el plato principal solomillo con salsa de Coca Cola. De postre los castrilleros degustaron pasteles de crema regados con café, cava, licores y otros dulces y bebidas propios de estos días navideños. «Estamos muy satisfechos con la acogida que los castrilleros dan a cada uno de los actos que programamos durante todo el año, como esta cena de hermandad, que ya es un referente en el calendario de nuestro pueblo. Tenemos que limitar las plazas por el espacio con el que contamos, que ya se nos queda pequeño. Estas iniciativas unen a todos los vecinos y nos permiten seguir haciendo pueblo. Es una cena que llevamos realizando desde hace veinte años, lo que la convierte en un clásico de estas fechas en nuestro pueblo», destacó Mariano Antolín Niño, presidente de la asociación, que cuenta con más de setecientos socios.

La velada navideña contó también con dos sainetes preparados por los propios socios. Después de la cena de hermandad, los vecinos disfrutaron con la discomóvil Zaka, prolongando el ambiente festivo hasta altas horas de la madrugada. Uno de los momentos más especiales de la cena de hermandad fue el brindis y recuerdo para todos los vecinos ausentes y todo el pueblo brindó por un nuevo año cargado de salud, paz y felicidad.