La Casa del Agua aguarda una respuesta

Construida en 1908 por el arquitecto Jerónimo Arroyo como centro de mando para el control y la regulación de los antiguos depósitos de agua potable de la ciudad de Palencia, que se encontraban en las faldas del cerro del Otero, la llamada Casa del Agua quedó abandonada con el cambio de las instalaciones hidráulicas de la capital palentina y en las últimas décadas del pasado siglo y los comienzos de este recuperó su importancia como centro dinamizador de la vida cultural y social del barrio del Cristo.

Colectivos como Porque sí, que llegó a gestionar una parte del inmueble bajo el nombre de Bar el Loro Rojo, o Alkimia 130, que ofrecía formación en las artes escénicas, llenaron durante largos años de actividad este histórico inmueble, que se encuentra recogido en el catálogo de edificios protegidos que figuran en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palencia.

Toda esa actividad cultural hubo de pararse en 2008 ante el estado ruinoso del edificio. El Ayuntamiento clausuró las instalaciones y se redactó un proyecto de reforma que pudo culminarse en el año 2011, con una inversión de 128.000 euros procedentes del Plan E. Aquello permitió el regreso del Colectivo Porque Sí y de Alkimia a la Casa del Agua, en la que volvieron a fluir las propuestas lúdicas, culturales y de participación ciudadana.

Sin embargo, la Casa del Agua sufrió un nuevo revés en el año 2019, cuando una familia de etnia gitana okupó el segundo piso, el de la escuela teatral de Alkimia 130, y lo transformó en su vivienda. Sacaron los objetos de grupo teatral a la calle y se encerraron en el edificio, a pesar de los intentos del Ayuntamiento de que abandonasen el inmueble. Comenzó de esta forma una nueva época de declive, que se agudizó con la marcha de los okupantes, dado que el ese segundo piso quedó abierto y expuesto al vandalismo, con lo que en la actualidad, a pesar de que la puerta ha sido soldada para que no haya nuevas entradas ilegales, las estancias están totalmente destrozadas, llenas de pintadas, muebles destruidos e incontable suciedad.

Desde entonces los llamamientos para su recuperación -no hay que olvidar que es de titularidad municipal y se trata además de un bien protegido urbanísticamente- han llegado desde diferentes puntos. Vox, por ejemplo, solicitó su cesión a algún particular para que pudiese rehabilitarse y también desde la Asociación de Vecinos del Cristo se ha pedido en diferentes ocasiones que el edificio vuelva a ofrecer un carácter cultural.

Pero el problema es que el inmueble se encuentra tan 'vandalizado' que no resulta factible ningún tipo de cesión en estos momentos sin una inversión previa del Ayuntamiento. «No nos hemos olvidado de la Casa del Agua, pero la verdad es que es un tema difícil. Yo mismo he hablado de ello con alguno de los miembros de lo que era Alkimia para ver si se puede recuperar un proyecto similar, pero el problema es el estado en el que se encuentra el edificio», reconoce el concejal de Cultura, Francisco Fernández, quien señala que tiene entre sus previsiones un proyecto para la recuperación de la Casa del Agua, con un fin cultural, pero que por el momento debe esperar a que se consigan los fondos para la rehabilitación del inmueble.

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