El obispo de Palencia, Mikel Garciandía, preside la eucaristía celebrada este domingo en el centro de acogida. Marta Moras

Palencia

Cáritas fija la atención en las personas sin hogar, que suben el 24% en una década

La jornada en el centro de acogida ubicado en San Juanillo incide en que cada vez hay más mujeres, 'jóvenes y extranjeros entre los afectados

Carmen Aguado

Palencia

Lunes, 28 de octubre 2024, 09:27

Con el lema este año de 'Caminemos juntos', este domingo se conmemoró el Día de las Personas sin Hogar con una jornada de puertas abiertas en el centro de Acogida Nuestra Señora del Otero y una eucaristía que presidió el obispo de Palencia, Mikel ... Garciandía, y que ha venido acompañado antes de actividades programadas por Cáritas Diocesana como una mesa redonda en el propio centro de acogida con el título 'Historias del Silencio'; la representación teatral 'Una azotea frente al mar' en el centro de día de San Juanillo, o un acto de calle en la plaza del barrio.

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Una conmemoración que no es sino una llamada más que nunca a la solidaridad ante el sostenido aumento del número de personas sin hogar, según afirma la coordinadora de Cáritas en Palencia, Nuria Andrés Izquierdo. «De diez años para acá, más o menos, ha aumentado un 24,5%. Y en Caritas de Palencia, por ejemplo, la cifra de personas atendidas de enero a septiembre de este año se ha incrementado un 6,5% en comparación con el mismo periodo de 2023», sostiene Nuria Andrés, que apunta cómo estas personas se sienten invisibilizadas.

«La altura desde la que estas personas miran cuando están sentadas en la calle, a nosotros nos ven los pies, pero nosotros no solemos mirar para debajo. La invisibilidad está, y está porque a veces no la queremos ver. Y a veces pensamos que son personas que pueden ser agresivas. Mejor no acercarse, no tocarles. Mejor las juzgo directamente, no las conozco pero seguro que están en la calle porque bebieron, porque tenían esta adicción, porque eran maltratadores, porque estaban en prisión. No conocemos nada de su vida. Ni cómo han llegado hasta ahí», recalca la coordinadora de Cáritas, que incide en que pueden estar en esa situación «por 20.000 razones».

«Puede ser porque perdieron un trabajo, una estabilidad, una familia, porque se murió en un accidente su familia y les llevó a una enfermedad mental que ha sido imposible cuidar. Las historias de vida de cada uno son muy diferentes. La labor de esta campaña de 'Caminemos Juntos' tiene mucho que ver con eso, con invisibilizar. Y lo que queremos es dar voz a estas personas que a veces no tienen esa voz. Y la damos no solo con cifras, también es importante destacar que son personas con historias de vida y sobre todo que son nuestros vecinos. Parece que no, pero al final hay personas que te acostumbras a verlas ya por la calle. Palencia es pequeña y ya estamos acostumbrados a ver a unas determinadas personas que están en estas situaciones. Porque al final son un vecino más, aunque nos cueste verlos así. Y yo creo que es muy importante que cambiemos la mirada, nosotros y a veces ellos también. Todos tenemos que cambiar la mirada y ponerla en la persona. Normalmente la ponemos siempre en el problema», sostiene.

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«A veces es lo que necesitan, ese refuerzo, ese apoyo, esa constancia, ese saber que estás ahí. Porque en esta campaña se hace mucho más hincapié en que las personas sean protagonistas de ese proceso de cambio. Porque a ti te pueden decir vete por aquí, por aquí, por aquí, pero hasta que tú no quieres ir, no vas a ir. Lo que tienen que saber es que tú vas a estar ahí para cuando decidan eso. Y a lo mejor a veces queremos que ese proceso sea ya y la persona no lo quiere. Hay personas que aquí al centro vienen y están unos días, se van, vienen, y hay un determinado momento en el que dicen: quiero parar, he tocado fondo, he perdido mi dignidad, mis contactos, mis relaciones, mi vida, y a partir de ahora quiero tirar hacia adelante. Y esa es una de las labores que Cáritas hace», asegura Nuria Izquierdo, que incide en el aumento que se percibe de mujeres, de jóvenes y de extranjeros entre las personas sin hogar.

«Es muy importante que cambiemos la mirada porque al final son un vecino más, aunque nos cueste verles así»

Nuria Andrés

Coordinadora de Cáritas

«El estudio nos dice, con el tema de las mujeres, que tienen un poco esa doble situación de vulnerabilidad. Por un lado, que pueden perder todo eso, y luego porque a veces los accesos son un poco más difíciles. Pero es verdad que a veces las mujeres, en los mismos casos, acceden a algunas situaciones, a algunas profesiones que puedan ser también más de riesgo. Y eso a veces entra en una dinámica un poco complicada», agrega la coordinadora de Cáritas, que cifra en 554 las personas sin hogar (490 hombres y 64 mujeres), que fueron atendidas durante los nueve primeros meses de este año en el Centro de Acogida Nuestra Señora del Otero de Cáritas Diocesana, un 6,5% más que en el mismo periodo de 2023.

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De ese total de personas, 34 se beneficiaron de un itinerario especial de atención individualizado, mientras que el resto lo hicieron de diversas actuaciones, aunque sin llegar a definirse un plan de intervención para ellas.

En cuanto al perfil de las personas atendidas en lo que va de 2024, se sigue trabajando con personas que viven en la calle, que carecen de ingresos económicos o tienen ingresos mínimos y que no cuentan con apoyos familiares. Pero se detecta además que están llegando personas que han perdido la vivienda por falta de pago, así como otras que tienen dificultades para encontrar vivienda compartida por los requisitos de alquiler. Y también que las personas que llegan son cada vez más jóvenes y presentan trastornos mentales graves (esquizofrenia, depresión y otros trastornos afectivos), alcoholismo y adicción a otras sustancias. Asimismo aumenta el número de personas extranjeras (sobre todo extracomunitarias) y solicitantes de protección internacional.

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«Somos una sociedad de hipócritas, te ven en la calle y miran para otro lado»

José Manuel. M. Moras

El Centro de Personas Sin Hogar de Cáritas de Palencia acogió el pasado martes la mesa redonda 'Historias del silencio', en la que intervinieron personas atendidas por este servicio. José Manuel fue una de las personas sin hogar que participaron con su testimonio en un encuentro emotivo en el que se contaron «historias reales», como ellos mismos definieron.

«Yo no tengo hogar, mi pareja falleció hace unos años por el mismo cáncer que lo hizo mi madre, de páncreas. En ese momento es cuando comenzó todo», relató. José Manuel hasta entonces llevaba una vida convencional, trabajaba con su hermano y vivía sin ningún tipo de problema. Fue a raíz de esta pérdida cuando comenzó su particular vía crucis. «Ahora estoy tratando de conseguir un techo. Estuve en la cárcel y caí en la droga. Con 19 años perdí a mi madre y me sumergí en lo más fácil, lo que me llevó a prisión», recordó.

«Las drogas fueron mi problema. Me metí a robar y eso fue lo que me llevó a prisión. Cuando salí de la cárcel después de 18 años, en Burgos, me quedé en la calle. Vivimos en una sociedad de hipócritas, te ven en la calle viviendo y miran a otro lado como si no existieras. Soy una persona pobre pero una persona por encima de todo», defendió.

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