'El Canal de Castilla' se convierte en la primera película española reconocida como Bien de Interés Cultural

Durante la jornada didáctica celebrada hoy en la Nave de los Picos de Alar del Rey (Palencia), el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, aseguró que la declaración BIC de este documental «culmina una innovadora iniciativa de la Consejería de Cultura y Turismo para proteger el patrimonio audiovisual». Igea ha resaltado el papel de este tipo de patrimonio como «registro, expresión y testimonio único de los acontecimientos, así como reflejo de la sociedad actual».

También han acudido a la presentación el titular de la cartera de Cultura, Javier Ortega, la presidenta de la CHD, Cristina Danés, y la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén.

«Ha supuesto», añadía el vicepresidente, «la oportunidad de preservar unas imágenes únicas del pasado reciente, ejemplo del lenguaje cinematográfico de los años veinte y treinta del siglo XX». A renglón seguido ha hecho hincapié en que este reconocimiento acerca a los ciudadanos a «una producción de gran calidad técnica, sobre una de las infraestructuras de ingeniería más significativas». Tampoco dejó de alabar el «valor testimonial y etnográfico excepcional» que lleva aparejado el documental, al permitir conocer de manera «viva y directa» los trabajos que desarrollaban «las gentes cuya vida cotidiana estaba ligada al Canal».

Igea declaró asimismo que este gobierno tiene intención de «promocionar, divulgar y explotar» la declaración de BIC y poder así «mejorar las condiciones de vida de los vecinos», a través de ello.

En ese sentido, apuntó que dicha acción se enmarca en la labor de la Consejería de Cultura y Turismo de promover el reconocimiento cultural, protección y declaración como Bien de Interés Cultural de conjuntos complejos y de aquellas tipologías menos representadas en los catálogos del patrimonio cultural.

En la actualidad, se trabaja para lograr el nombramiento de la cuenca minera de Fabero como BIC con categoría de Conjunto Etnológico. Asimismo, está previsto reconocer progresivamente manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial, como actuaciones significativas y sobresalientes de los habitantes y de los territorios de Castilla y León.