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Desde el trabajo más clásico con torno manual, para mantener el sabor añejo de los utensilios de cocina, hasta las más refinadas piezas de decoración o la bisutería más exclusiva. Todo un amplio compendio de creaciones, siempre marcadas por la mas elevada calidad, tal y como insistían en destacar los miembros de la organización, los ceramistas palentinos Luciano Ceinos, Victoria París y Rocío Aguado, que un año más han presentado la Feria de Cerámica, con la que la capital palentina engrandece sus fiestas de Pentecostés.
De esta forma, un año más la Calle Mayor transforma el tramo comprendido entre el Monumento a la Mujer ('la Gorda') y la calle Panaderas en una auténtica colección de arte, en la que el barro es siempre el elemento fundamental, la base que permite ofrecer a sus creadores joyas, cuadros, vasijas, platos, lámparas, adornos, muñecas broches, botijos, hornos, bandejas y casi cualquier utensilio del hogar que pueda imaginarse.
Porque la artesanía es mucho más que las clásicas cazuelas de Pereruela, que, por supuesto, también pueden encontrarse durante estos días en la Calle Mayor, la artesanía se ha transformado ya casi en una más de las bellas artes y un buena prueba de ello es esta trigésimo séptima edición de la Feria de Artesanía de Palencia.
En esta ocasión son 21 los expositores que pueden visitarse hasta el próximo domingo. Y pueden encontrarse entre ellos a representantes de todas las provincias de Castilla y León. «Son los mejores creadores de la región», aseveraba la ceramista palentina Rocío Aguado durante la presentación. «La selección es muy complicada y cada año más. El número de peticiones que recibimos para asistir es enorme y los puestos son limitados, por eso el criterio que seguimos es siempre el de la máxima calidad. Y eso es lo que se van a encontrar quienes nos visiten estos días», explicaba por su parte Victoria París, presidenta de la Asociación de Ceramistas de Palencia.
«Esta Feria de Cerámica es muy reconocida entre los palentinos, pero también por toda España. Los palentinos la esperan como una cita ineludible de la Feria Chica. Ha alcanzado un gran prestigio por su buena organización y su buen funcionamiento y esto lo avala el hecho de que cada vez son más los ceramistas que quieren venir», manifestó la alcaldesa, Miriam Andrés, quien destacó el valor añadido de todos los trabajos «que están hechos con las manos».
Durante la presentación, Rocío Aguado insistió en la calidad del trabajo que desarrollan todos los participantes y resaltó también la presencia de dos invitados especiales, uno procedente de la provincia de Vizcaya, «que tiene un material maravilloso», y otra de Portugal, que ya ha participado en esta feria en años anteriores y que siempre ha encontrado un gran respaldo del público. «Estar aquí, en una feria como esta, supone un gran esfuerzo durante todo el año, pero es nuestra forma de vida. Ahora solo esperamos que los palentinos disfruten de nuestro trabajo, que esta hecho con mucha ilusión y motivación», manifestó.
Quienes se acerquen hasta a la Feria de Cerámica durante este fin de semana podrá también contemplar demostraciones en vivo de oficios tradicionales. Durante la jornada de hoy será el palentino Luciano Ceinos quien desarrolle la demostración de torno alfarero y mañana domingo, los visitantes conocerán el modelado de máscaras grotescas con Javier G. Santalla, de Finolledo (León). Las demostraciones se llevarán entre la una y las dos de la tarde.
También pudo disfrutarse de estas exhibiciones en directo en la mañana del viernes, con la participación de Pilar Nicolás de Abioncillo (Soria), que ofreció un taller de pintura sobre cerámica.
Y también puso su granito de arena en las demostraciones una de las artesanas más reputadas de la región en el arte de la cerámica clásica con torno. Se trata de María Carmen Pascual, de Moveros de Aliste, quien convirtió un pequeño rincón de la Calle Mayor en todo un espectáculo de puro entretenimiento. Con paciencia, un poco de barro, sabiduría ancestral y mucha complicidad con el público esta alfarera zamorana fue creando piezas clásicas, como botijos, barrilas, al tiempo que explicaba los usos que antiguamente se daba a estos utensilios en las labores agrícolas.
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