La calle gana el pulso al armario en el Día del Orgullo LGTB+ en Palencia

El colectivo gay salió a la calle por segundo año consecutivo para reclamar a la sociedad palentina que se olvide de estigmas y de etiquetas, y vea con normalidad a personas con una identidad sexual o de género diferente. Han pasado 41 años desde aquel junio de 1977, en el que Barcelona albergó la primera marcha del Orgullo LGTB+ de España y la sociedad ha cambiado mucho desde entonces, pero en ciudades pequeñas como Palencia ese cambio ha sido menos drástico que en las grandes urbes. «No es lo mismo ser homosexual en Chueca que en Palencia. Pero si te escondes, estás dando armas a los homófobos. El problema lo tiene el que no ve la homosexualidad como algo normal, no es mío», apuntaba José Martín, una de las personas que participó en la marcha de ayer.

Normalidad y visibilidad. Eso es lo que exigen los miembros del colectivo, y si existe algo que puede conseguir ese doble objetivo, es que miembros de la comunidad LGTB+ de la ciudad no se oculten, algo que tiene bien claro Ángel Miguel Gutiérrez, que mañana -viernes 29- tomará posesión de su cargo de subdelegado del Gobierno y hoy -jueves 28- participó en la marcha junto a su marido, Juan. «Oficialmente, España es uno de los países más avanzados en este sentido, otra cosa es la realidad, sobre todo de los pueblos donde la gente más joven aún lo pasa mal, e incluso en el tema 'trans' es hasta dramático en ocasiones», explicó el que será a partir del viernes 29 subdelegado del Gobierno, un cargo que ya ostentó en el pasado. «La vez anterior que fui subdelegado, lo hice motivado por la política social que hizo Zapatero, especialmente por el matrimonio gay», aseguró ayer Ángel Miguel Gutiérrez.

Con varios representantes políticos entre el centenar de manifestantes, la marcha discurrió para llegar a la Plaza Mayor, donde la asociación LGTB+ Chiguitxs leyó un comunicado en el que se señaló que «Palencia no es Chueca, ni Barcelona, ni Maspalomas, ni Sitges. Es una de las provincias más difíciles para la diversidad sexual». No obstante la movilización del Día del Orgullo sirvió para que, al menos por un día, la calle ganase el pulso al armario.