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Con bufandas, gorros, daba igual si de Papá Noel, de luces o simplemente de lana con pompón o sin él, guantes, orejeras o hasta camisetas interiores de manga larga. Así acudieron este viernes los palentinos a recibir a Melchor, Gaspar y Baltasar, que llegaron hasta la capital a cumplir los sueños de grandes y pequeños, y a llenar de ilusión todas las calles, desde Isaac Peral donde comenzó la Cabalgata hasta la Plaza Mayor, donde sus Majestades descendieron de sus carrozas y subieron hasta el balcón del Ayuntamiento de Palencia para posteriormente entregar los regalos al niño Jesús. Así, el frío no fue un impedimento para nadie y la ciudad se llenó de gente llena de alegría, de ilusión y de cariño.
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Los caramelos no eran lo más importante este viernes, aunque todo el mundo intentaba coger alguno en el aire, para posteriormente mirar al suelo, agacharse y guardarse el preciado y dulce premio en el bolso. Nada menos que una tonelada se lanzó y se dio durante el desfile de los Reyes de Oriente, eso sí, blanditos y aptos también para celíacos.
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Los carteros, con sus consecuentes carritos, abrieron la marcha y provocaron los primeros gestos de sorpresa de los más pequeños, que miraban con los ojos muy abiertos, señalaban, daban saltitos y hasta aplaudían. Correos ha sido clave esta Navidad, por lo que no podían faltar en la noche de Reyes los encargados de recoger todas las cartas, llenas de deseos, peticiones y anhelos. Y hasta este mismo viernes los más rezagados entregaron casi medio centenar de misivas para Melchor, Gaspar y Baltasar. Un poco más atrás iban los carteros reales con sus zancos y sus acrobacias.
Acto seguido de los carteros llegaron el 'Abuelo' y la 'Abuela', que no eran dos personas que pasaban por allí, sino que se trataba de los antiguos camiones del Parque de Bomberos de Palencia, que iban cargados de regalos y globos para echar una manos a sus Majestades en esta noche tan loca.
Y antes de que llegaran los ansiados Reyes, hubo tiempo para mucha magia, fantasía e imaginación. Desde la princesa del hielo, con su gran carroza hasta dos elefantes articulados, uno de ellos gigante, una ballena o el sol, todo ello acompañado de animación y espectáculo. Y es que más de seiscientas personas desfilaron con sus Majestades, en un gran show de luz y color. La magia de los cuentos llegó con la carroza de arcoíris, que transportaba a los personajes de 'El Mago de Oz'; con un gigante Gepeto, que movía los hilos de Pinocho; con un carruaje de 'La Bella y la Bestia' y otro con 'Blancanieves'.
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No faltó el frutero Miguel Espinosa 'Miguelín' con sus ocas adornadas con bolas de Navidad, un clásico de la Cabalgata de Reyes de Palencia, ni los caballos, montados por jinetes o llevando una cuadriga. Y este año también se contó con otro animal, un oso pardo, que no bajó de la Montaña Palentina sino que dejó unas horas el Pabellón Municipal para acompañar a los pequeños en este día tan especial. Chigui, la mascota del Zunder Palencia, fue uno más de la comitiva real y llegó en el trenecito que ha llenado de luces y de alegría las calles durante toda la Navidad. Raro ha sido el día en el que no había una larga cola para disfrutar de un paseo en el colorido convoy.
Un carro tirado por un burro trasladaba hasta el Belén a María, San José y el niño Jesús. Y los campaneros de Villota del Páramo, con su volteo manual de campanas, que ya es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, anunciaban la llegada de los Reyes Magos. Como siempre Melchor fue el primero en atravesar el pasillo de calles llenas de niños y mayores en su amplia carroza, seguido de un castillo que no era el de Herodes sino de Gaspar para cerrar la comitiva real Baltasar en su carroza de elefante.
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El balcón del Consistorio acogió a sus Majestades junto con la alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés, que les entregó las llaves de la ciudad «para que ningún niño se quede sin regalos», el concejal de Cultura, Fran Fernández, y una intérprete de lengua de signos para que nadie se quedase fuera de esta celebración tan especial.
«Estamos muy orgullosos de vosotros porque Palencia es amiga de la Infancia», señalaba Melchor. «Es importantísimo jugar, pero también leer y hacer deporte para tener la mente y el cuerpo sanos», añadió, ante cientos de pequeños que atendían en completo silencio.
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Gaspar abogó por cuidar el planeta, por caminar más y usar menos el coche, «que los gestos sencillos aportan y así lograremos que nuestro planeta respire mejor». Quiso añadir que «esta es una noche que nunca olvidaremos y siempre permanecerá en nuestros corazones».
«El amor es el motor que mueve el mundo, os queremos pedir que repartáis amor a los padres, hermanos, abuelos, pero también amigos y todas las personas mayores que merecen nuestro respeto y cariño», incidió Baltasar, ya que «falta mucho amor y hay demasiadas guerras, que solo causan sufrimiento. Tenéis que ayudarnos a mejorar el mundo», sentenció. Con el villancico 'Ea' siguió la celebración, que concluyó con la adoración a Jesús. Y los pequeños pronto a la cama, que ya vienen los Reyes Magos.
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