La carroza de Baktasa atraviesa este jueves la Calle Mayor. MANUEL BRÁGIMO

La Cabalgata más multitudinaria llena Palencia de luz y colores a pesar de la niebla

Miles de luces de las carrozas y más de 5.000 barritas led repartidas entre los niños iluminan la noche más mágica

Jueves, 5 de enero 2023

La Cabalgata más multitudinaria de la historia de la ciudad llenó este jueves de ilusión, de magia y de luz, de mucha luz, las principales calles de Palencia. Más de mil personas participaron en el desfile que comenzó con un carro de época tirado de cuatro caballos blancos, que protagonizó al final de la misma, la entrada de los Reyes a la Plaza Mayor. La niebla y el intenso frío no echaron para atrás a grandes y pequeños en la noche más esperada del año, tras dos años de pandemia. Porque, aunque en 2022 hubiera Cabalgata, muchos tuvieron que verla desde el balcón al haber dado positivo, con el pico de contagios que hubo en esta época. Por eso, este año era el año y con bufandas, gorros y los abrigos más gordos del armario se disfrutó del desfile de Sus Majestades y también se aprendió, a base de maña y de goloseo, a coger los caramelos con guantes, ya que sin ellos tampoco se manejaban muy bien las manos.

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La dama de las nieves, con su altura y su elegancia, iluminaba la comitiva de blanco inmaculado y de luz, mucha luz. Mientras, a la vez que se desarrollaba la Cabalgata, los más pequeños iban recibiendo barras de luz, más de 5.000 luces de led se repartieron ayer para lograr un ambiente aún más fantasioso y único.

Hadas iluminadas, elfos y bailarinas con luces rojas preludiaban la llegada de animales gigantes, también de color rojo, que obligaron a los más pequeños a mirar hacia muy arriba, muchos de ellos con la boca abierta. Jirafas y flamencos se movían con soltura por las calles palentinas, aunque los animales que más aplausos y sonrisas robaron fueron, un año más, las sesenta ocas de Miguelín, ataviadas como siempre con su bola de Navidad colgada del cuello.

El popular frutero, que este año contó con la ayuda de varios pastorcillos, desfiló con sus ocas y con una cabra también ataviada para la ocasión. Y hasta se fotografió, antes de llegar a la escultura de La Mujer de la Calle Mayor, con muchos niños que habían acudido a la Cabalgata.

Un transporte que se ha convertido en símbolo de la Navidad palentina, el trenecito, tampoco faltó ayer a la cita con Melchor, Gaspar y Baltasar. Globos gigantes llenos de regalos también desfilaron ayer por la ciudad y por delante de los brillantes ojos de los más pequeños, esos que no querían que terminase la Navidad pero que deseaban con todas sus fuerzas que llegase el día de hoy, la mañana de Reyes.

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Las carrozas, enormes y con miles de puntos de luz, eran lo más esperado por los niños, sobre todo las que transportaban a los Reyes Magos. Y llegó el turno de Melchor, vestido con su traje nuevo, ese con sello palentino, que nace de una yesería de la Capilla de los Reyes Magos de la Catedral de Palencia, de la mano del diseñador José Martín y del Ayuntamiento de Palencia. Tres indumentarias creadas como guiño al séptimo año de la seo palentina y con el objetivo de hacer única la cabalgata de aquí. La provincia palentina también estuvo representada con los tradicionales pendones que pasearon entre los Reyes Magos.

La llegada a la Plaza Mayor fue aún más mágica que en años anteriores, ya que Sus Majestades entraron -de uno en uno- en la carroza de cuento, en un mundo imaginario y maravilloso salido de las historias fantásticas y de los sueños infantiles. La carroza, que lideró la Cabalgata con los cuatro caballos blancos y sus jinetes de época, volvió a ser protagonista en el momento álgido del espectáculo.

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'Sííííííííí', coreaban los niños en la Plaza Mayor ante la pregunta de Melchor de '¿Os habéis portado bien?'. Más allá de los regalos que los Reyes repartieron por la noche, desde el balcón del Ayuntamiento les motivaron a ser buenos, a estudiar para hacer un mundo mejor y a compartir los juguetes con los amigos y vecinos. El villancico palentino 'Ea' y la entrega de los presentes de Sus Majestades a Jesús pusieron fin a una Cabalgata única.

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