Búhos, águilas y halcones sobrevolarán Palencia para acabar con la plaga de palomas

Dana, Tabero, Valencia y Lugo han protagonizado este jueves la rueda de prensa de presentación de la nueva campaña de control de palomas que quiere lanzar a partir de las próximas semanas el Ayuntamiento de Palencia. Los vuelos de las rapaces serán la parte más llamativa de las medidas que se van a implementar a lo largo de los próximos meses, aunque no serán las únicas, puesto que la sola presencia de las grandes aves en las zonas de mayor población de palomas resultaría insuficiente ante la grave proliferación que existe en la capital palentina.

«Hemos recibido numerosas quejas por la presencia de palomas, somos conscientes de la situación, de las molestias que causan, la suciedad y el deterioro del mobiliario urbano. Y aunque hasta ahora se han venido en todo momento realizando acciones para su control, se ha demostrado que han sido claramente insuficientes hasta ahora, por lo vamos a aplicar una serie nueva de medidas. Unas a corto plazo, otras a medio y otras a largo plazo», explicaba el concejal de Medio Ambiente, Antonio Casas, mientras presentaba a las rapaces que le acompañaban durante la rueda de prensa en el propio Ayuntamiento.

Así, el edil señaló que la empresa especializada en control de aves Adda OPS comenzará en los próximos días a lanzar sus rapaces sobre los edificios de la ciudad para ahuyentar a las palomas de las zonas de mayor concentración. «Es una labor de disuasión, porque las palomas huyen de las zonas en las que hay rapaces. Estas aves sobrevolarán diferentes puntos de la ciudad. Son un método biológico de control y disuasión, la finalidad es que las palomas asocien los espacios de la ciudad de Palencia como un área hostil donde es común la presencia de depredadores, contribuirán a reducir de manera efectiva y controlada la población de estas aves sin causarles daño directo. Los vuelos de las rapaces se realizarán de manera periódica y en horarios estratégicos para maximizar su efectividad», indicó Antonio Casas.

Se utilizarán para ello búhos, uno de los animales que mayor temor despierta entre las palomas, águilas y sobre todo, halcones. Volarán sobre edificios que ya se han estudiado previamente y en los que se ha detectado una mayor presencia de palomas. «Buscan preferentemente edificios antiguos, con muchos recovecos en los que guarecerse. Un ejemplo muy claro lo tenemos aquí al lado, en la iglesia de San Francisco», explicaba el responsable de la empresa, Juan Montalvo, al que acompañaba el cetrero Antonio Sánchez.

Pero los vuelos disuasorios de las rapaces serán insuficientes por sí solos, por lo que se van a desarrollar diferentes medidas como la retirada de nidos, para lo que el Ayuntamiento ha recibido ya la pertinente autorización ambiental. «Al fin hemos conseguido que nos autoricen a retirar los nidos de una forma controlada y ambiental. Vamos a intentar que no puedan anidar a gusto y que tengan que buscar otras zonas», señaló el edil, quien señaló que otra medida que se va a aplicar a lo largo de las próximas semanas es la modificación de los hábitats actuales de las palomas, con el fin de que no regresen a eso puntos, en los que se sienten cómodas. «No solo vamos a retirar los nidos que hay en los árboles o en edificios, sino que también se van a modificar las condiciones de los árboles, para que no encuentren las zonas en las que están habituadas a anidar, que no puedan posarse allí», indicó Antonio Casas.

Otra medida destinada al control biológico que se va a implementar es la instalación de cajas nido de madera, que resultan especialmente atractivas para las grajillas o los cuervos, que son depredadores naturales para los huevos de las palomas. «Vamos a solicitar la colaboración de las comunidades de vecinos para que nos ayuden y acepten la colocación de las cajas nido en sus cubiertas o en los patios comunitarios. Porque queremos extender estas cajas a toda la ciudad», indicó Antonio Casas, al tiempo que el experto Juan Montalvo indicaba que la sola presencia de una pareja de grajillas podía despejar fácilmente todo un edificio. «Se comen los huevos de las palomas y huyen de esa zona», manifestó.

Asimismo, con la colaboración del Servicio de Veterinaria del Ayuntamiento se van a desarrollar acciones destinadas a la mejora ambiental de aquellos espacios públicos que ahora se encuentran más degradados por la suciedad y los excrementos que producen las palomas. Para ello, se tiene previsto actuar de forma especial sobre los árboles que se sitúan donde se localiza el mobiliario más deteriorado. «Se va a actuar sobre esos árboles, recortando ramas, modificándolos, con el fin de que no atraigan a las palomas, para que no se posen sobre esos bancos, que es cierto que en muchos casos están en un estado insalubre», explicaba la veterinaria Carmen Marcos, a quien acompañaba su compañera en el servicio municipal Ángela Álvarez.

Del mismo modo, se seguirán capturando palomas mediante jaulas trampa que ya están colocadas en las cubiertas de numerosos edificios de la ciudad.