Juan Pizarro Nogués, con su obra 'Historias para según qué días'. Ramón Gómez
Juan Pizarro Nogués, escritor y actor

«Los beneficios neurológicos y vitales de la literatura son innegables»

El comunicador estuvo en la cárcel de Dueñas y compartió su experiencia tras sufrir un accidente, que le causó la muerte clínica por unos minutos

Jose Rojo

Domingo, 8 de octubre 2023, 09:38

«Nací la primera vez en 1964 en Valladolid y la segunda vez en 2014 también en Valladolid». Así da a entender Juan Pizarro, que se presenta como escritor, actor y comunicador social, que algún suceso trágico le ocurrió cuando habla de ese segundo nacimiento. ... Este vallisoletano sufrió el 13 de abril de hace nueve años un grave accidente de moto que le causó por unos minutos la muerte clínica y tres días en estado de coma, postrándole en una silla de ruedas durante una larga temporada. Un hecho impactante que le replanteó vivir de otra manera y del que se recuperó casi en su totalidad gracias a distintas terapias rehabilitadoras y, también, a la lectura de libros. 'La literatura salva vidas' es el título de la charla-coloquio con la que Pizarro gira explicando los «innegables» beneficios neurológicos y vitales de la literatura para superar el daño cerebral adquirido tras su dramático incidente y prevenir el deterioro cognitivo. Una experiencia que compartió este pasado viernes con los internos de la prisión de Dueñas.

Publicidad

–Su relato, tras el accidente de moto que sufrió el 13 de abril de 2014, impacta y da qué pensar.

–Según me dijo mi psicólogo de la Seguridad Social, de las secuelas derivadas de aquella trágica desdicha lo más duro iba a ser asumir el estado de muerte clínica. Yo no vi el túnel y me desperté después de estar tres días en coma. Eso me cambió la vida, aprendí la importancia de palabras como familia y amigos y me llevó a replantearme mi vida. Antes del accidente yo vivía muy acelerado y acudía a infinidad de actos sociales. Y te frenas tú o te frena la vida; y a mí me frenó ese accidente.

–La lectura de libros le ha salvado la vida y le ha ayudado a recuperarse prácticamente de su lesión cerebral.

–Sí, sí. Prestigiosos neurólogos afirman que si el Gobierno fomentase mucho más la lectura, el ingreso de pacientes en centros con enfermedades neurológicas disminuiría. Y está demostrado que la literatura tiene efectos beneficiosos neurológicos y vitales y previene el deterioro cognitivo. Yo siempre fui muy precoz con la lectura. Con cuatro años ya leía; me enganché a la lectura por imitación, ya que mi padre leía mucho. Esa afición me llevó a escribir cuentos cuando estudiaba tercero de EGB, luego ya escribía cosas más serias, me presentaba a concursos de cuentos, hacía relatos, de hecho, gané un concurso internacional, y abrí un blog, que tiene miles de seguidores. De alguna forma siempre he estado vinculado a la palabra. Me encuentro a gusto ante un teclado, de una libreta o de un folio en blanco.

«Un libro, además de aportar conocimientos y cultura, sirve como evasión, ocio y terapia rehabilitadora»

«La agorafobia me impide actuar ante gente, entrar en bares si no voy acompañado o ir a conciertos, que antes me encantaban»

–Ha relatado su trágica, pero esperanzadora, experiencia a los internos de la prisión de Dueñas.

–Esto ha surgido gracias al proyecto de la organización Colaboración Social Castilla y León denominado 'Banco de voluntarios', de la que uno de sus miembros me escuchó en la charla que di en la Casa de Cultura de Simancas y tanto le gustó que me propuso dirigirme a los reclusos de la cárcel de Dueñas. Fue un acto altruista y acepté. He dado charlas en institutos de la región, en el Museo de la Evolución Humana de Burgos o en la Biblioteca Pública de León, de la mano de la Consejería de Educación.

Publicidad

–Tiene una vinculación muy especial con Dueñas.

–Sí, sí. En 2010 me concedieron un Premio a la Ciudadanía por la iniciativa teatral y solidaria 'Títeres en ruta' a favor del pueblo nicaraguense.

–¿En sus charlas intenta transmitir al público optimismo?

–Por supuesto. Pero todo está en los libros, aunque sea una frase muy manida. Y leyendo puedes viajar donde quieras, incluso a otros mundos, y ser protagonista de las historias. Un libro, además de aportar conocimientos y cultura, sirve como evasión, ocio y terapia rehabilitadora.

Publicidad

–¿A día de hoy está plenamente recuperado?

–Ya no tengo secuelas físicas, aunque tuve una hemiplejia que me dejó en sillas de ruedas y me paralizó la parte izquierda una temporada. Luego, estuve en un centro de recuperación cerebral y me trataron neurólogos, psicólogos y logopedas. Fue como volver a nacer, pero no me gusta la expresión porque suena peliculero. A mí me gusta decir que estoy pasando una segunda temporada vital. Una de las secuelas que me ha quedado es la agorafobia.

–¿Qué tal le va en su carrera de actor?

–Fui actor antes del accidente, tuve una compañía de teatro y actuamos en muchos pueblos y ciudades de España. Pero esa fobia social me impide actuar ante gente, entrar en bares si no voy acompañado o ir a conciertos, que antes me encantaban. Ahora me he aficionado al senderismo y hago planes con amigos de confianza. ¡Valoro mucho más la vida!

Publicidad

–¿Y con la escritura?

–Tengo cinco libros publicados y en estos momentos estoy trabajando en dos novelas al mismo tiempo; una está ambientada en la Judea del año 0 y otra en la Guerra de Secesión americana.

–¿Cómo ve la vida ahora?

–Hay una frase, que yo no comparto: 'Vive cada día como si fuera el ultimo'. Y yo digo: 'Vive cada día intentando ser feliz'. Y la felicidad se encuentra en los pequeños momentos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad