Baquerín de Campos: el misionero de vanguardia

Si hay un personaje histórico que debamos destacar en el municipio de Baquerín de Campos, ese es el religioso Francisco Fernández de Capillas. Este valiente sacerdote nació en estas tierras palentinas en el siglo XVII, era el menor de cinco hermanos y desde muy joven sintió la llamada del señor.

Estudió en Palencia donde empezó a interesarse por los dominicos y fue en Valladolid donde tomó el hábito de los hijos de santo Domingo de Guzmán. Muy joven abandona España, y recorre México hasta llegar a Manila donde es ordenado sacerdote a los 25 años.

Después de casi nueve años como misionero consigue llegar a China, una nueva tierra a la que él anhelaba cristianizar. Evangelizar en China en aquella época no era tarea fácil pues los cristianos eran perseguidos. A pesar de ello, él insiste en ayudar a los más desfavorecidos y en predicar.

Los cristianos chinos le llegaron a apodar como «el santo capillas» por su entrega y dedicación. El cariño de los suyos no pudo librarle de su fatídica muerte. Fue decapitado, además de torturado, por sus ideas y por ello es considerado el protomártir, el primer mártir de China. En el convento de San Pablo, en Valladolid, se conservan los restos de su cabeza.

En la iglesia parroquial de Baquerín de Campos, dedicada a María de Arbis, encontramos una obra que venera la figura del misionero. Junto al Evangelio se encuentra un gran cuadro en el que se distingue una pintura alusiva al martirio que padeció el religioso. Además, también cuenta con una ermita en su honor. Se dice que esta capilla está justamente situada en la habitación en la que nació el religioso de Baquerín.

Hay que destacar que Francisco Fernández de Capillas siempre estuvo vinculado a su pueblo natal y a sus raíces familiares, a quienes enviaba cartas en las proclamaba su fe.

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