Palencia

El Banco de Alimentos reúne 12.390 euros, la mitad de la recaudación prevista

Un año más, se desarrolla así desde la pandemia, las donaciones fueron solo económicas y a través de la caja. Desde la entidad argumentaban que para la organización interna era mucho más fácil esta nueva forma para comprar los alimentos que se fuesen agotando y que se necesitasen. Cereaduey fue el único supermercado que realizó la donación mixta, con la opción de dar comida o el importe que se quisiese al pagar el resto de la compra. Toda la cantidad donada quedaba reflejada en el ticket e iba íntegramente al Banco de Alimentos.

Los 12.391 euros conseguidos hasta ahora durante la gran recogida representan un 50% menos que lo donado el año anterior en esta misma cita solidaria, cuando la cuantía ascendió hasta los 24.795 euros, aunque aún falta por sumar todo lo conseguido por Carrefour. «Estamos muy agradecidos por la generosidad de los palentinos, que nunca nos fallan. Están las cosas muy difíciles y hay muchas causas también», afirmaba la secretaria del Banco de Alimentos, Rosa Ortega.

Todo el dinero recaudado en esta recogida permanece en los supermercados hasta que la propia entidad comience a hacer gasto de ello cuando pase la Navidad. Esta época es, sin duda, la de mayor trajín y venta para los establecimientos, por eso la asociación, que suele pedir directamente en palés, aguarda hasta que concluyan estas fechas tan señaladas y consumistas para comenzar a llenar las estanterías de la nave con comida.

El Banco de Alimentos suele llegar a final de año con pocos víveres porque la operación kilo de primavera, que fue del 2 al 4 de junio este año, es la última campaña hasta la gran recogida, y la necesidad no se detiene ni cesa. «Ya nos urge pasta y legumbres, y ahora tenemos leche porque nos han dado una donación privada», señalaba Rosa Ortega a finales de noviembre.

Y, hasta que se pueda comenzar a traer palés de los supermarcados con los más de 12.000 euros recaudados, la entidad obtiene la ayuda para dar todos los pedidos y que ninguna familia tenga necesidades alimentarias gracias a los muchos colegios y otras entidades, que unieron fuerzas en un reto solidario.

El Tello Téllez organizó por segundo año consecutivo el 'Jumper Day', o día del jersey navideño, con la colaboración de otros dieciocho centros. El objetivo era muy ambicioso, llegar a las veinte toneladas de alimentos. Cierto es que no se consiguió, pero se reunieron 8.000 kilos de solidaridad en forma de leche, aceite o lentejas. «Estamos realmente contentos, hemos superado la cifra del año pasado. Toda esta ayuda nos viene muy bien», reconocía Rosa Ortega. En 2022, en el que participaron doce centros, se recogieron un total de 4.000 kilos.

«Gracias a esa recogida, pudimos preparar los pedidos de Navidad el año pasado. Si no solo habríamos dado tomate, mermelada, arroz y garbanzos», afirmaba Ortega. En esta ocasión, también va a ser necesaria esta ayuda para dar alimentos a las familias necesitadas, ya que normalmente hasta principios de 2024 no se comenzará a hacer uso de lo recaudado en la gran recogida.

Y es que la necesidad no desciende en Palencia. «Esto no baja y va a subir», advertía Ortega. Actualmente, el Banco de Alimentos atiende y ayuda a 2.324 usuarios. Cierto es que la cifra se ha podido reducir en unas cien personas desde el pasado mes de julio, pero los próximos meses se va a incrementar porque una asociación que mantiene el apoyo a personas en situación vulnerable va a llevar a cabo una serie de cambios y durante ese tiempo será el Banco de Alimentos quien asista a esas familias necesitadas.

Las personas o familias más vulnerables llegan a recibir esta ayuda tras una valoración de los Ceas. El Banco de Alimentos atiende a todas estas personas a través de 33 asociaciones actualmente, una cifra que no suele variar. Los repartos de alimentos no se hacen directamente a los usuarios, sino que todo se lleva a cabo a través de las asociaciones.

El perfil de las personas que necesitan el apoyo que ofrece el Banco de Alimentos ha variado mucho desde la irrupción de la pandemia hace casi cuatro años. Ahora son familias jóvenes, de 35 a 40 años, con niños pequeños en edad escolar. Tanto es así, que el 20% de los usuarios que mantiene y cuida la entidad actualmente son menores. «Antes tenía mucha gente más mayor, pero se están reduciendo los usuarios de 60 años o así y están aumentando mucho los jóvenes», advertía Rosa Ortega.

Estos nuevos usuarios sí que pueden tener un trabajo, pero este es a media jornada o con un salario precario, con el que no se consigue abarcar todos los gastos actuales, con el incremento de precios en la comida, la luz y a lo que hay que sumar las hipotecas o los alquileres. «Para mucha gente es imposible poder afrontar todos los gastos que hay en estos momentos, que son cada vez más cuantiosos», agregó Rosa Ortega.