El Banco de Alimentos abastece a 3.920 palentinos, el doble que antes de la covid
La entidad benéfica ha reunido 70 toneladas de comida en su última campaña, cantidad con la que prevé funcionar hasta el mes de marzo
Nadie sabía cómo iba a funcionar. Era la primera vez que se hacía así. Y es que la pandemia obligó a modificar la gran recogida. ... Era imposible poner a voluntarios en todos los supermercados y tampoco era aconsejable que cada producto donado fuese manipulado por varias personas. Por eso, la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) la organizó -del 16 al 22 de noviembre- de forma 'on-line'. Se podía hacer un ingreso en la misma caja del supermercado para el Banco de Alimentos o a través de la web. Y, sin duda, ha sido todo un éxito. «La gran recogida ha ido muy bien. Todos los años me emociono, pero este año más, porque las cosas están más complicadas y pensaba que la gente podía estar más reacia a dar el donativo económico. Tenía mis dudas y ahora estoy anonadada. La Federación lo ha clavado porque era necesario», afirma, aún emocionada, Rosa Ortega, secretaria del Banco de Alimentos de Palencia.
Los palentinos han donado a través de los supermercados de la provincia y de la capital -durante los siete días que duró la campaña- un total de 35.600 euros. «El dinero que la gente ha donado no viene a nuestra cuenta, sino que nosotros compramos los productos en ese supermercado. Voy comprando hasta que agote la cantidad que nos han dado. Me viene muy bien porque lo vamos a gastar en alimentos, estoy muy agradecida», añade.
LAS CIFRAS:
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35.600: euros para supermercados en la gran recogida, del 16 al 22 de noviembre.
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18.000: kilos de comida en la campaña de Navidad en colegios, empresas, donaciones...
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17.054: euros -de donativo de tres empresas- para comprar alimentos en supermercados.
¿Que falta leche y aceite? Pues se va al supermercado y se coge más. Siempre hay productos, los más demandados, que se terminan antes, que no hay siempre para todas las familias. En esta ocasión, al disponer de cuenta en el supermercado, se compra exactamente lo que necesita, acorde a la demanda. El año anterior se recogieron en esta misma campaña un total de 26.000 kilos.
«Ahora mismo tengo de todo, cuando vaya careciendo de productos, ya iremos reponiendo. Cuando he hecho las primeras compras no tenía de nada, por eso me he gastado ya lo de Froiz y Mercadona, porque no tenía leche, ni legumbres», explica Rosa Ortega. «Me viene muy bien que me dejen tres o cuatro meses para comprar, porque así nunca estoy a falta de productos», agrega.
La gran recogida ha sido la primera campaña de 2020, ya que durante los meses duros de la pandemia no pudieron organizarse las que se llevan a cabo en marzo y en mayo. Por eso, era tan importante esta. Porque era la primera del año y porque -también por la covid- hay mucha más gente que necesita ayuda.
Un 45% más
«De repartir a 2.000 personas a tener unas 3.920. Se nota mucha más necesidad este año. Ha subido un 45% o más. Hay gente que en la vida había venido a pedir nada, pero ahora tienen que hacerlo, tienen que venir. Lo necesitan porque no han cobrado todavía y tienen que recurrir a los servicios sociales. Nos podemos ver en esa situación cualquiera en cualquier momento», señala.
La operación kilo también ha demostrado en el mes de diciembre la disposición y generosidad de los palentinos en este año tan complicado económicamente para muchos. «Nos han donado unos 18.000 kilos en alimentos. Estamos desbordados en el buen sentido», señala, agradecida. En esta cifra tan maravillosamente alta han cooperado la mayoría de los colegios de la capital, algunos institutos, ayuntamientos de distintos pueblos, la Universidad, empresas -como Vendingpal que, tras organizar el día del café solidario, donó 1.980 kilos- y hasta donaciones particulares.
El donativo económico que se ha podido aportar en los supermercados ha sido una iniciativa que ha funcionado muy bien
A estos 18.000 kilos de comida, hay que añadir también las donaciones económicas de algunas empresas como Viesgo -que ha dado 10.000 euros para gastar en Lupa-, a Mortherson -5.054 euros para Agropal- y DS Smith -ha ingresado 2.000 euros en la cuenta del Banco de Alimentos para comprar comida-. Otras, como Gullón, Siro, Prosol, El Pandío... donan sus productos todo el año.
En total, haciendo un cambio más o menos de euro por kilo, los palentinos han donado en este año tan complicado 70.000 kilos de alimentos, para que a las familias que más penurias están pasando en estos tiempos tan inciertos y complicados nunca le falte un plato de comida.
Huevos y queso
¿Qué productos son los que siempre recoge el Banco de Alimentos? Los no perecederos. Pero, a partir de ahora, también podrá repartir otro tipo de alimentos, como pueda ser quesos, huevos, embutido o hasta carne. Y es que la sede palentina ya ha recibido una cámara refrigerada y de congelación, donada por la Fundación Reina Sofía, para conservar los productos que necesiten.
«Ya puedo comprar cosas distintas. Y si los niños llevan bocadillo al colegio, pues les ponemos jamón york. Y hasta podemos comprar una pescadilla congelada y es un producto de primera necesidad», argumenta Rosa Ortega, muy satisfecha con la nueva donación.
Con toda la generosidad mostrada por los palentinos, el Banco de Alimentos puede aguantar -a pesar de la fuerte demanda- hasta el próximo mes de marzo, cuando arrancará la siguiente campaña, sin tener carencias de nada.

Las donaciones de juguetes se han multiplicado, con dos o tres entregas a cada niño
No uno, sino dos o tres juguetes por cada niño. El Banco de Alimentos ha recogido algo más que comida, con vistas a las necesidades de las familias más vulnerables esta Navidad. «Hemos estado repartiendo juguetes. Nos han donado muchísimos, de la Guardia Civil, gente anónima, voluntarios... Siempre hemos cogido juguetes y siempre lo dábamos por estas fechas. Así que este año más aún. Los han envuelto uno a uno los voluntarios, todo muy bien y muy cuidado, un lujo», señala la secretaria del Banco de Alimentos de Palencia, Rosa Ortega.
Por eso ha estado Papá Noel en la sede palentina, rodeado de palés de comida y esperando con su mejor sonrisa -bajo la mascarilla y la barba- a los pequeños de la casa. «Los niños se ponían muy contentos y sus padres también», añade con orgullo.
También han podido hacer lo mismo de cara a los Reyes Magos, si les derivaban a alguna familia. Incluso, los voluntarios se han convertido en pajes reales y han acercado los presentes hasta alguna casa, donde la familia estaba confinada y no podían desplazarse. «No les íbamos a dejar sin juguetes, dentro de la medida pues hemos hecho todo lo que hemos podido», argumenta.
La gran recogida de finales de noviembre ha proporcionado al Banco de Alimentos suficiente dinero -en los supermercados- para abastecer a toda la gente que lo necesite durante varios meses. Pero no solo eso. También ha permitido que los responsables puedan comprar los productos que se necesiten.
¿Y qué es para un niño una Navidad sin un poco de turrón de chocolate o sin un bombón? «Las necesidades son las mismas que años anteriores. Siempre suele ser pasta, legumbre, tomate, aceite, latillas, cacao, café, galletas, leche... Para estas fechas navideñas, a mayores, intentamos meter almíbar, mermelada, más galletas, turrones, polvorones o incluso bombones», afirma Rosa Ortega. «En esta ocasión hemos podido comprarlo todo. En Navidad, a qué niño no le gusta una barrita de turrón en estas fechas. Hemos intentado dar algo que también haga ilusión a los pequeños», explica. «Que a ellos, aunque necesario, una bolsa de alubias, no les va a hacer ilusión en absoluto», concluye.
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