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Carmen Aguado
Palencia
Domingo, 5 de marzo 2023, 20:04
La trufa negra de Palencia está de moda y así se quiere demostrar con la celebración durante la jornada de hoy de la III Feria de la Trufa, que se ha celebrado en Baltanás. Una cita que ha servido como un lugar de encuentro ... entre los especialistas en este hongo, expositores y público general que quiera conocer de cerca las virtudes de este producto.
A diferencia de lo que comúnmente se cree, Palencia es uno de los lugares que actualmente cuenta con una mayor producción de trufa negra y está presente en multitud de terrenos de la provincia, por lo que la truficultura se ha revelado como un cultivo viable para desarrollarse en diferentes comarcas palentinas.
Se calcula que hasta veinticinco agricultores palentinos se dedican a este hongo en un total de 300 hectáreas repartidas a lo largo de toda la provincia, aunque la mayoría de ellas se concentran en la parte del cerrato ya que se trata del terreno que cuenta con las mejores características de cultivo. «La trufa de Palencia no tiene nada que envidiar a otras que tienen más fama como las de Soria. Las condiciones con las que se cuenta aquí hacen que sea un lugar muy óptimo para cultivar un hongo que tiene una gran calidad y que sorprende a todo aquel que lo prueba», explica Juan Andrés Oria de Rueda, responsable de la Cátedra de Micología de la Universidad de Valladolid (UVa).
Oria de Rueda destaca que las condiciones para su cultivo han ido cambiando. Ahora mismo, lejos de los diez años de antes, tan solo se necesitan de tres a cinco años para comenzar a recolectar las primeras trufas tras la plantación de las encinas, el árbol que más cantidad de este producto llega a generar.
La trufa negra, según explica el experto, requiere unas temperaturas muy bajas por lo que las heladas que se están registrando en estas últimas semanas están aportando un valor añadido, dotándolas de máxima calidad y dejando una temporada excelente, aunque con menor cantidad recolectada.
«Interesa que salga el producto perfecto y eso se ha conseguido este año. Sale libre de plagas y con unas condiciones inmejorables. Aquí tenemos esa ventaja que es necesario destacar para que la gente lo conozca y le dé el valor que merece. Aunque nuestras trufas son más pequeñas, trufan en mayor cantidad», agrega Juan Andrés Oria de Rueda.
El responsable de la Cátedra de Micología destaca el aumento de cultivos que se han ido añadiendo en los últimos años en la provincia y destaca que ya son muchas las familias palentinas que viven exclusivamente de esta producción. Actualmente, se están registrando rendimientos de entre 20 y 60 kilos por hectárea.
Las 300 hectáreas de las que dispone Palencia en la actualidad está previsto que aumenten en los próximos meses debido también al interés creciente de grandes empresas agroalimentarias que tienen proyectado comenzar el cultivo propio de la trufa en suelo palentino. Por lo que se estima que se llegue a más de 350 hectáreas.
«No se puede equiparar este cultivo a otros de la provincia como el cereal pero se está viviendo un gran auge y las noticias que recibimos son muy positivas. Aquellos que han decidido iniciar esta actividad cuentan en todo momento con el asesoramiento de las personas que conocemos bien la trufa», señala Oria de Rueda.
La trufa negra es actualmente la estrella y el diamante de la micología. De hecho, aquel que quiera adquirir este producto en el mercado puede llegar a pagar un precio de alrededor de 3.000 euros el kilo. El valor que se ha dado en la alta gastronomía de este producto ha sido clave en su encarecimiento.
16 expositores han acudido a la III Feria de la Trufa de Palencia en Baltanás, convertida en la capital de la trufa, y que repite el éxito de afluencia de público y de difusión que alcanzó en sus dos convocatorias anteriores. Una cita que ha supuesto un escaparate de la excelente producción de trufa que genera la provincia.
Una feria que pone de manifiesto la importancia del cerrato en el cultivo de la trufa y que quiere servir como revulsivo para toda la zona ya que se quiere poner en valor el potencial económico tan importante que este producto supone. Por eso, se pretende dar a conocer la trufa, su cultivo y animar al aumento de estas plantaciones. Entre estos expositores, empresas relacionadas con el cultivo la producción, el procesamiento y la comercialización de la trufa negra además de la propia Cátedra de Micología de la Universidad de Valladolid (UVa) encabezada por el profesor Juan Andrés Oria de Rueda y uno de los mayores embajadores de este hongo de gran valor comercial y con una alta calidad gastronómica.
Importación de baja calidad
Juan Andrés Oria de Rueda destaca la posibilidad de poder adquirir este producto asegurando la compra de una trufa fresca, de calidad y de proximidad, apoyando así a los productores locales. El experto lamenta las condiciones que muchas veces rodean la venta de este hongo y la importación de baja calidad que se hace de otros países.
«Somos el país que más cantidad de trufa negra produce y, además, de una calidad excepcional. La pena es que muchas veces el consumidor es engañado en las grandes superficies por un producto que no es nacional y que, además de venir de fuera, no cuenta con las características que debiera hacerlo», lamenta el profesor.
La colaboración con la Cátedra de Micología capitaneada por Juan Andrés Oria de Rueda cuenta con convenio anual de 15.000 euros para realizar trabajos de investigación, seguimiento, difusión y consolidación del sector micológico en la provincia, que cada vez cuenta con un mayor número de adeptos.
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