Los ayuntamientos y la Junta buscan una solución para el humedal de la Nava

Durante años, la Junta de Castilla y León ha compensado económicamente a estas entidades por las rentas que han dejado de percibir, mediante convenios renovados periódicamente. El último acuerdo, vigente entre 2020 y 2023, supuso una inversión de 160.848 euros, distribuidos en 40.212 euros anuales: 32.670 euros para Fuentes de Nava, 6.822 euros para Mazariegos y 720 euros para la Junta Agropecuaria. Y hace unos meses la Junta de Castilla y León realizó una oferta para la compra de los terrenos para garantizar una gestión más eficiente y no tener que buscar una partida económica para encajar esos gastos de alquiler. Sin embargo, la falta de consenso entre los ayuntamientos y la Junta ha impedido la firma de un nuevo convenio, dejando la gestión de La Nava en un punto muerto.

La Asociación de Naturalistas Palentinos (ANPA) denunció recientemente que esta situación está teniendo consecuencias negativas para el humedal. Según la entidad, la falta de agua en gran parte de la laguna no solo ofrece una imagen desoladora a los visitantes, sino que también perjudica a las aves, que encuentran limitado su hábitat.

A pesar de estos problemas, desde los ayuntamientos implicados se asegura que hay acercamientos que invitan al optimismo y podrían derivar en un acuerdo en breve, aunque ninguna de las partes concreta en qué consistirá ese acuerdo.

En cualquier caso, el técnico de Medioambiente de la Junta, Enrique Gómez, asegura que las 110 hectáreas inundadas actualmente en las praderas de La Güera y El Hoyo, en Mazariegos, han sido suficientes para satisfacer las necesidades de las aves invernantes. «Las 110 hectáreas que se han podido inundar en Mazariegos han garantizado el hábitat suficiente para las aves que venían a invernar», apunta Gómez, quien insiste en que estas zonas de Mazariegos han servicio de hábitat perfecto para las acuáticas que han elegido esta provincia para pasar el invierno.

De lo que no cabe duda es que, –al margen de las gestiones entre administraciones, y de que las aves hayan encontrado acomodo suficiente estos días, entre otras cosas porque no han llegado en grandes cantidades–, es que la imagen que ofrece la laguna de La Nava deja que desear desde el punto de vista del turismo, ya que, es imposible contemplar aves acuáticas donde no hay agua.