Palencia

El Ayuntamiento quiere aprobar la ordenanza de bajas emisiones antes de que acabe el año

El Ayuntamiento está obligado además a establecer ese área que incluya restricciones a la circulación de vehículos al tratarse de una ciudad con más de 50.000 habitantes, tal y como se establece en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.

Así, los palentinos tienen de plazo hasta el 30 de octubre para presentar esas propuestas y sugerencias a través del correo electrónico medioambiente@aytopalencia.es, en el Registro General del Ayuntamiento o en la Sede Electrónica del Consistorio.

Posteriormente, el equipo de gobierno municipal, del PSOE, iniciará un proceso de participación y escucha, con reuniones con los grupos políticos y los colectivos ciudadanos para tratar de consensuar al máximo posible esta normativa de regulación del tráfico en el centro de la ciudad, dado que la Zona de Bajas Emisiones definida por el Ayuntamiento se corresponde plenamente con el casco histórico de la ciudad. Esto supone que el área afectada será el comprendido dentro el anillo formado por el Paseo del Salón, la avenida de Castilla, Simón Nieto, Antigua Florida, Casado del Alisal y Manuel Rivera.

El objetivo del concejal de Medio Ambiente, Antonio Casas, es poder aprobar la ordenanza reguladora de la Zona de Bajas Emisiones antes de que acabe el año, de tal forma que pueda estar en vigor en el momento en el que se completen los trabajos de instalación de los sistemas de control de acceso y salidas de este área, cuyo suministro y colocación se encuentran en estos momentos en periodo de licitación.

El plazo para la presentación de ofertas a este concurso se cierra el próximo viernes, 27 de octubre, y ha salido a concurso por un precio estimado de 1,7 millones, con un periodo de ejecución de 9 meses. El objetivo es la instalación de 39 cámaras de control de tráfico, que permitirán comprobar qué vehículos acceden a la Zona de Bajas Emisiones y cuál es su tiempo de estancia en este área limitada.

«Ahora estamos en el proceso de recibir sugerencias y después con esas propuestas que se han recogido y con las que salgan de las reuniones de trabajo que vamos a tener con los colectivos afectados y los grupos, elaboraremos la ordenanza, que vamos a intentar que sea lo más laxa posible», explica el concejal de Medio Ambiente, quien insiste en que no tendría sentido imponer fuertes restricciones a la circulación de vehículos en estos momentos en ninguna zona de la ciudad.

Casas señala que las limitaciones al tráfico están pensadas para reducir los niveles de gases contaminantes en la atmósfera, dado que buena parte de la polución que se registra en la ciudades proviene de la combustión de los vehículos. Sin embargo, reconoce que en Palencia la situación no es alarmante por el momento. «Los grandes problemas de contaminación los producen el óxido de nitrógeno y el ozono, y aunque en Palencia los niveles son aceptables, hay momentos en que se producen picos y se superan lo límites remendados por la Organización Mundial de la Salud. Y esos incrementos son generados en gran parte por los coches, por lo que este tipo de medidas deben ir adoptándose de forma gradual», indica el edil.

La intención del equipo de gobierno en esa Zona de Bajas Emisiones es inicialmente establecer unas restricciones mínimas, con las que, según explicó en su día el concejal de Urbanismo, Álvaro Bilbao, se permitiría la libre circulación de más del 95% de los vehículos que transitan ahora por el casco histórico, sin ninguna incidencia para los residentes en la capital palentina.

En esta fase inicial, las limitaciones quieren establecerse fundamentalmente con medidas que no afecten al acceso a la zona centro, sino que obliguen a los conductores a reducir la velocidad, de tal forma que no puedan superarse los 20 kilómetros por hora en la zona centro, que tenderá gradualmente a semipeatonalizarse, con vías compartidas tanto por los peatones, como por los vehículos a motor y otros medios de transporte como bicicletas o patinetes eléctricos, cuyo uso se quiere también fomentar.

«El objetivo es que la ordenanza sea lo más laxa posible, que casi no haya limitaciones, y con el paso del tiempo de forma progresiva, a medida que vayamos también adaptando la ciudad a las nuevas situaciones, se irán incorporando algunas restricciones más. Si ahora restringimos la entrada de los vehículos por la zona centro, nos pondrían en la picota y sería lógico que lo hicieran, porque es un sinsentido. Palencia aún no está preparada para ello. Hay que ir avanzando paulatinamente y la normativa además lo establece así, porque nos dicta una revisión de la ordenanza dentro de tres o cuatro años, y entonces cuando se elabore un nuevo texto habrá que ver cuál es la situación de Palencia en esos momentos y se podrán aplicar otras limitaciones si son posibles», recalca el concejal de Medio Ambiente.

El equipo de gobierno confía en alcanzar un consenso muy amplio en la negociación de esta ordenanza para la Zona de Bajas Emisiones, puesto que es un documento que parte del diseño urbanístico y del tráfico que se esboza en el recientemente aprobado Plan de Movilidad Urbana Sostenible, que en el último pleno solo recibió el voto en contra de los tres concejales de Vox.

Con respecto a esta ordenanza, los primeros pasos ya se dieron, en cierta medida, durante el anterior mandato, en el que gobernaba el PP con Ciudadanos, ya que fue cuando se elaboró la memoria para solicitar los fondos europeos para el proyecto de la instalación del sistema de control de accesos a la zona centro. En esa memoria ya se definía la superficie ocupada por la Zona de Bajas Emisiones, que es la que ha asumido posteriormente el PSOE, aunque no fuera su idea inicial, pero el nuevo equipo de gobierno ha optado por adaptarse para no perder los fondos comunitarios.

Vamos Palencia y el único edil de IU-Podemos también apoyaron el Plan de Movilidad y se mostraron favorables a los planteamientos de las directivas europeas que derivan de la llamada Agenda 20-30, por lo que el equipo de gobierno confía en poder llegar de nuevo a un acuerdo con el resto de los grupos, a excepción de Vox, que se ha mostrado reiteradamente en contra de este tipo de modelo urbanístico.