Palencia

El Ayuntamiento extremará la vigilancia contra los perros sueltos

Las quejas por diferentes aspectos recogidos en esta normativa, especialmente las relativas a la presencia de animales sueltos en la vía pública, llegan de forma continua al Ayuntamiento, que se ha visto obligado a adoptar medidas. La primera, en la que se viene trabajando ya desde varios meses, fue la de elaborar una nueva ordenanza de animales, que regule diferentes problemas que afectan a la presencia de fauna en la ciudad, y que no se limitará solo a la tenencia de mascotas, sino que abarcará otros aspectos, como los relativos a la alimentación de las poblaciones de palomas o las colonias de gatos.

Sin embargo, también se están dando pasos más inmediatos para atajar esos problemas que están generando la alarma social en estos momentos, como son las mordeduras de perros. En todos estos casos, se ha tratado de animales que se encontraban sueltos, es decir, no transitaban por la vía pública conducidos con correa, tal y como establece la ordenanza municipal, que es totalmente clara en este sentido. El artículo 15 establece que «Los animales no podrán acceder libremente a las vías y espacios públicos o propiedades privadas sin ser conducidos por sus poseedores o propietarios. En caso de los perros, estos irán conducidos en las vías y espacios públicos sujetos con cadena, correa o cordón resistentes».

Únicamente se establece excepciones para los perros no considerados peligrosos, que «podrán circular liberados del cordón o cadena, sin que su dueño o poseedor pierda el control sobre el mismo», por las zonas verdes, parques y jardines. Pero esta excepción solo está autorizada de 7:00 a 9:00 y de 20:30 a 23:30 horas y en ningún caso los perros podrán soltarse en espacios como las zonas de juegos infantiles, las zonas de mantenimiento de mayores, el parque del Salón, el parque de los Jardinillos, el parque de la Huerta de Guadián, el parque de la Carcavilla, el parque de Isla dos Aguas, la plaza de Virrey Velasco, la plaza de la Constitución, la plaza Cervantes y la plaza Rabí Sem Tob. La ordenanza establece también que los dueños de los perros mantendrán en todo momento la responsabilidad sobre las acciones de sus animales.

Sin embargo, de forma ordinaria buena parte de los propietarios de perros ignoran estas limitaciones y resulta habitual encontrar perros sueltos por cualquier zona de la ciudad, especialmente en muchos de los parques y plazas en los que está expresamente prohibido.

Por ello, y ante la grave situación que se ha generado en los últimos meses y dado que la ciudad conviven con las personas alrededor de 5.900 perros, según figuran en el registro municipal, desde el Ayuntamiento se ha dado la orden a la Policía Local para que extreme la vigilancia sobre la presencia de animales sueltos en la vía pública para evitar que se produzcan nuevos casos de ataques a personas. Por el momento, los agentes se limitan en la mayor parte de las ocasiones a recordar la obligación de conducir los perros con correa, aunque se están registrando también sanciones entre los propietarios que incumplen la norma de forma reincidente. «Se está sancionando, porque muchos dueños de perros se han relajado y podemos ver animales sueltos por cualquier lugar de la ciudad y esto no puede ser. Hay una ordenanza y hay que cumplirla. No nos vale eso de que el dueño diga que su perro no hace nada, porque son animales y además hay muchas personas que tienen pánico y que ahora ya no se atreven a pasar por algunas zonas de la ciudad y esto no puede consentirse», explica el concejal de Medio Ambiente, Antonio Casas, quien recalca que durante estos últimos años se ha sido muy permisivo con la presencia de perros sueltos en la ciudad, «pero esto tiene que cambiar, y es también uno de los aspecto que vamos a regular con mayor claridad y de una forma más estricta en la futura ordenanza».

Porque esta nueva normativa ya se encuentra en preparación. Las veterinarias del Ayuntamiento están redactando el primer borrador, que debe ser una adaptación al momento actual de la normativa vigente. Después debe iniciarse la negociación con los grupos políticos, con lo que el proceso todavía se demorará unos cuantos meses, lo que impedirá que pueda aprobarse antes de que acabe este año.

Esta nueva ordenanza, además de ser «más restrictiva, clara y también pedagógica» con respecto a la presencia de los animales en la calle definirá expresamente los lugares públicos en los que pueden soltarse, ya que la actual normativa es un tanto vaga, dado que solo habla de zonas verdes, parques y jardines. «Los perros no pueden vagar libremente por la ciudad, pero entendemos también que necesitan correr y ejercitarse. Por eso vamos a definir una serie de espacios, delimitados, que no serán los conocidos 'pipicanes', sino uno unas partes concretas de algunos parques o zonas verdes en las que serán los únicos espacios en donde podrán transitar libremente, sin las correas, y será solo en unos horarios limitados», explica el concejal de Medio Ambiente, quien insiste además que el hecho de que se trata de zonas verdes no exime a los propietarios de recoger los excrementos. «La gente no puede hacerse una idea de cómo quedan las cuchillas de las segadoras de césped de los parques. En algunas zonas están totalmente sembrados de cacas y esto no puede permitirse tampoco», recalca el edil.

Asimismo, la nueva ordenanza recogerá expresamente la obligación de que los dueños de los perros limpien los orines de sus mascotas, como ya se incluye en la normativa de muchas ciudades. «A igual que ahora llevan la bolsita para los excrementos, también tendrán que llevar una botella con agua y algún limpiador, para echarlo sobre la orina, porque hay zonas de la ciudad en las que el mobiliario público y las fachadas de muchos edificios están totalmente deterioradas. Hay casi 6.000 perros en la ciudad, eso, aunque suene muy mal son casi 18.000 meadas al día en las calles de Palencia, una guarrada que tenemos que atajar», explica Antonio Casas.