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Dos niñas, ante el panteón de su familia, en el cementerio de Baltanás. Luis Antonio Curiel
El Ayuntamiento de Baltanás se plantea la ampliación del cementerio

El Ayuntamiento de Baltanás se plantea la ampliación del cementerio

El camposanto, que data de 1909, cuenta desde hace doce años con el registro digitalizado de todas las sepulturas

luis antonio curiel

Palencia

Lunes, 2 de noviembre 2020, 00:10

Baltanás celebra una media de treinta entierros al año, algunos de hijos nacidos en el pueblo que deciden descansar en el lugar que les vio nacer, aunque este año la cifra está siendo notablemente superior, por lo que podría llegarse al medio centenar de fallecidos. Conscientes del trance siempre doloroso de una muerte, los empleados municipales, que son los encargados de realizar los enterramientos, siempre dan todas las facilidades posibles para que las familias despidan a sus seres queridos como es debido. De esta manera, en Baltanás y Valdecañas de Cerrato se entierra cualquier día del año, incluyendo festivos como Navidad, Año Nuevo o en plenas fiestas patronales. «Ante todo intentamos respetar los deseos de la familia en esos momentos difíciles. Mantenemos un contacto directo con ellos y la funeraria, pues en ocasiones las medidas de los panteones de la parte antigua son más pequeñas por lo que la caja debe ser adecuada para proceder al entierro», señala Fernando Maté, encargado municipal y de los cementerios baltanasiego y valdecañés.

Con motivo de los cien años de historia del cementerio de Baltanás celebrados en 2009, el Ayuntamiento inició un proceso de digitalización de todos los datos disponibles relacionados con el camposanto. De este modo, la capital del Cerrato cuenta con un plano topográfico con cada una de las sepulturas numeradas y divididas por sectores, con el fin de facilitar su localización. Este sistema digitalizado ha permitido recoger las fichas de cada panteón con los datos de todos los fallecidos, el personal responsable de la inhumación, la funeraria encargada del servicio, entre otros datos. «Este hecho supuso un paso fundamental para la correcta identificación de cada una de las sepulturas, pues ya contamos con más de 800. Este sistema informático nos permite registrar cada uno de los movimientos que se llevan a cabo en el cementerio», comenta Maté.

En el caso de Baltanás, todos los enterramientos, exhumaciones e inhumaciones deben hacerse por los empleados municipales, lo que permite llevar en orden el registro referente al cementerio. También se encargan de la realización de los panteones en los nuevos sectores, que cuentan con tres alturas y unas medidas especiales. Además, en 2017, el Ayuntamiento de Baltanás impulsó el tema de nichos y un columbario para atender a las demandas de los vecinos, aunque aún no se han estrenado, porque los vecinos prefieren el entierro tradicional en panteones. El coste del servicio de enterramiento en Baltanás es de 155 euros.

Junto a las constantes actuaciones llevadas a cabo en los entornos del cementerio, el Ayuntamiento prepara una zona para la reflexión en pleno camposanto. Un espacio ubicado en la parte nueva del cementerio en el que los vecinos pueden descansar y rezar tranquilamente por sus seres queridos. Esta especie de plaza ajardinada cuenta con unos bancos y cipreses, a los que se añadirán una pérgola y una cruz, entre otros elementos que invitan a la reflexión.

El ritmo de entierros anuales hace pensar ya en una ampliación del cementerio, pues se calcula que con el ritmo actual habrá espacio disponible para uno o dos años, por lo que desde el Ayuntamiento ya se han iniciado las gestiones para llevar a cabo una ampliación. Todas las acciones llevadas a cabo en el cementerio deben contar con el visto bueno de Sanidad. Otra de los proyectos que quieren llevar a cabo en el camposanto baltanasiego es el asfaltado entre los panteones de los primeros sectores.

El cementerio cuenta con tres ampliaciones y una superficie total que ronda los 9.000 metros cuadrados y cuyo espacio es mantenido por los empleados municipales. De las más de ochocientas sepulturas hay un centenar de antiguas tumbas en tierra. Además, el cementerio cuenta con varias sepulturas protegidas por su interés arquitectónico o histórico.

La primera inhumación se llevó a cabo el 22 de junio de 1909 y corresponde a Don Eleuterio Divar Pereletegui. En el camposanto pueden verse numerosos panteones en piedra, mármol, granito, forja o simplemente sepulturas en tierra con su correspondiente cruz en forja o piedra, de estado sobrio, que durante estos días permanecen adornados con ramos y centros florales, algunos más cargados que otros, pero es difícil encontrar una sepultura sin flores en estas fechas tan señaladas. Llaman la atención las distintas imágenes que presiden los panteones, destacando la presencia de la Virgen del Carmen o la Virgen de Revilla, patrona de Baltanás, el Sagrado Corazón de Jesús o los Ángeles pidiendo silencio, aunque en los últimos años se han incorporado otro tipo de decoraciones. En el camposanto tienen su panteón las Hijas de la Caridad, que durante décadas sirvieron al pueblo y aún hoy se las sigue recordando con cariño. En el cementerio también descansan los restos de los vecinos fusilados en la Guerra Civil y se ubica la placa de los Caídos, que hasta hace unos años se localizaba en la fachada del templo parroquial. También se han depositado todos los restos aparecidos en la necrópolis medieval donde actualmente se ubica el polígono industrial.

La capital del Cerrato cuenta también con el Velatorio de Baltanás desde agosto de 2010 gestionado por la sociedad funeraria Virgen del Milagro. Un servicio que nació con carácter comarcal para atender las necesidades de los cerrateños. El Velatorio de Baltanás, ubicado en el camino del cementerio, cuenta con dos salas, cafetería y realiza todos los servicios relacionados con los funerales. En el caso de Baltanás, la mayoría de las familias optan por un entierro tradicional, con los oficios religiosos y el posterior entierro en un panteón del cementerio municipal.

Las visitas al cementerio, a una distancia aproximada de un kilómetro del casco urbano y cuyo camino ha sido rehabilitado recientemente, son uno de los paseos obligado para muchos baltanasiegos, que acuden a diario a visitar a sus seres queridos y a rezar por ellos.

Este año, dadas las circunstancias actuales marcadas por la pandemia, no se han celebrado los responsos en el camposanto. Además, la influencia ha sido menor que otros años al no poder desplazarse entre comunidades. Una situación difícil, en la que muchos baltanasiegos no han podido honrar a sus difuntos como lo merecen. A pesar de ello, la mayoría de las tumbas lucieron las flores, en algunos casos enviadas desde la distancia a través de familiares y amigos, para mantener vivo el recuerdo de los que ya se fueron.

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