La Audiencia de Palencia condena a una mujer por estafar a un hombre con el que tenía amistad

La Audiencia Provincial de Palencia ha condenado a una mujer como autora responsable de un delito de estafa sin concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a la pena de un año y seis meses de prisión, con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, y al abono de un tercio de las costas de la acusación particular, y deberá indemnizar al perjudicado en la cuantía de 2.521,60 euros. La Audiencia declara además la absolución por otros dos delitos de estafa de los que también estaba acusada y su posible continuidad delictiva y por estos dos delitos las costas se declaran de oficio.

Según se recoge en la sentencia, se declara expresamente probado que en el año 2009, la mujer, aprovechando la relación de amistad que le unía con el estafado, le solicitó la entrega de 36.000 euros para afrontar el pago de una línea de crédito contratada por la acusada con una entidad bancaria. El hombre le entregó esa cantidad de dinero por ingreso metálico en el banco a favor de la mujer. Sin embargo, no se ha probado que el denunciante hubiera entregado en la gestoría de la acusada otra cantidad de 30.000 euros. La sentencia recoge que el el delito relativo a la entrega de los 36.000 euros en 2009 ha prescrito y que no se han podido acreditar las otras entregas denunciadas hasta alcanzar los 30.000 euros.

También se considera un hecho probado que el 12 de diciembre de 2018 la víctima solicitó a favor de la acusada un préstamo en el establecimiento Worten para la adquisición de un ordenador valorado en 2.521,60 euros, bajo la promesa de que la mujer se haría cargo del pago de las 30 mensualidades, a razón de 84,15 euros cada una de ellas. Sin embargo, «la acusada, sin intención alguna de cumplir con dicho compromiso, se hizo con la posesión del ordenador sin abonar sus cuotas y con la finalidad de entregarlo como regalo a su hija». También se recoge que el estafado «es persona de carácter confiado, débil y paciente y mantenía relación de amistad con la mujer a la que visitaba en su oficina con frecuencia. No se ha devuelto cantidad alguna derivada del préstamo para la compra del ordenador».

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