«Atendemos a una población reducida, muy cercana, a la que conocemos por sus nombres»

En los últimos meses, la farmacéutica ha visto incrementado el número de visitas que recibe de forma diaria, así como el flujo de pacientes que han pasado por su farmacia, situada en pleno centro de la localidad palentina. De hecho, durante los meses de verano, el volumen de consultas ha aumentado considerablemente también porque el pueblo duplica su población on la llegada de nuevos vecinos y familiares de estos que deciden pasar en «el pueblo» unos días o semanas mientras disfrutan de la tranquilidad que ofrece.

–¿Qué papel cumple la farmacia en el medio rural?

–Todas las farmacias nos ocupamos de las necesidades relacionadas con los medicamentos de los pacientes. Somos muy eficaces entregando el medicamento necesario para cada usuario en igualdad de condiciones, y asesoramos para el uso adecuado. Es decir, contribuimos a que el medicamento produzca sus efectos beneficiosos previniendo los posibles riesgos. Además, en la zona rural las farmacias acentuamos aún más nuestro perfil humano. Atendemos a una población reducida, muy cercana, a la que conocemos por sus nombres, y se crea un vínculo especial de solidaridad. Intentamos ayudar más allá de los fármacos, y creo que somos una referencia amable y de confianza para la gente. Aportamos un capital social que no se puede medir, pero que es valioso para una población que a veces padece soledad, falta de recursos, etc. Por otra parte, también aportamos un valor económico a nuestros municipios, con personal contratado de la zona, y actividad indirecta relacionada. Colaboramos por tanto en fijar población. Y aportamos alta tecnología de información y comunicaciones, especialmente por medio de la receta electrónica, en la que España es vanguardia mundial.  

–¿Cuál es la situación se está viviendo en el municipio?

–A pesar de los atractivos de la zona rural y la calidad de vida que ofrece, sufrimos el problema de la despoblación y el envejecimiento, con un número de habitantes real inferior incluso a los censados. También padecemos, pese a la lucha de los Ayuntamientos, pérdida de algunos servicios tanto privados (bancos, tiendas, gasolinera…) como públicos. Tras la pandemia, por ejemplo, se ha reducido la asistencia médica a dos días a la semana.

–¿Qué tipo de visitas y consultas que recibe?

–Además de la dispensación habitual de medicamentos, las farmacias hemos desarrollado servicios de medida de presión arterial y Sistemas Personalizados de Dosificación. Recordemos que muchos días del año las farmacias somos el único recurso sanitario abierto. El programa de medida de la tensión es especialmente valioso tras las restricciones en la asistencia médica. Con estas medidas se obtienen datos de salud útiles, incluido la sospecha de fibrilaciones con el consiguiente impacto en la prevención de ictus. Los SPD son una gran herramienta para ayudar a tomar correctamente la medicación en pacientes polimedicados o con otras dificultades. Agradezco al Ayuntamiento de Ampudia y también a la Diputación de Palencia que hayan sabido ver la necesidad y el valor de estos programas, dándonos su apoyo y cobertura.

–¿Cuál es la clave para tener la confianza del paciente?

–La confianza es lo más importante para construir una relación satisfactoria. Con empatía, y con un trato respetuoso es como se logra esa confianza. En el mundo rural todo esto se vive más intensamente, las relaciones son muy humanas y con un nivel de compromiso mayor. Yo intento serles útil profesionalmente, pero puedo decir que me siento muy agradecida de lo que recibo de las personas que acuden a mi farmacia. Todos los días aprendo de ellos, y agradezco su respuesta, positiva y afectuosa, a nuestro trabajo.