La Asociación Contra el Cáncer de Palencia conoce a Camille

Conoció la obra de Camille Claudel en un viaje a París en el Museo de Rodin y comenzó a interesarse por su vida y por su historia. Poco después, su tía le regaló 'Historia de mujeres' de Rosa Montero y entre las biografías que contenía se encontraba Camille. Al fallecer su tía en el verano de 2018, Esther Bengoechea, periodista de El Norte de Castilla, sintió la necesidad de releer aquel libro y volvió a encontrarse con Camille, una mujer que pasó a la posteridad por ser la amante del escultor Auguste Rodin, no por sus maravillosas y talentosas obras.

Camille Claudel (1864-1943) sucumbió a su propio talento, al desamor y a una sociedad que no estaba preparada para encumbrar su éxito. Odiada por su madre, que deseaba un varón que sustituyera al hijo que había perdido, y envidiada por su hermana, que carecía de su belleza e ingenio, creció con el amor incondicional de su padre y de su hermano, hasta que cayó en brazos de su profesor, que la convirtió en su musa, alumna y amante.

El éxito artístico le llegó a la vez que el fracaso amoroso, víctima de engaños y promesas rotas. Las crisis nerviosas y el insomnio se acentuaron con el aborto, mientras esperaba que el maestro cumpliera su palabra y se casase con ella, algo que nunca hizo. A sus 48 años, su madre firmó su ingreso en un sanatorio mental, donde vivió abandonada y despojada hasta de los útiles para esculpir hasta su fallecimiento casi tres décadas después. Incluso le prohibieron por orden de su madre salir al exterior cuando llovía para jugar con sus manos en el barro, como hacía cuando era pequeña y en cuyo contacto se revelaron sus aptitudes artísticas.

Esa historia es el resumen de 'La lluvia de Camile', el libro que Esther Bengoechea alumbró en 2019 y que recibió el premio Rrose Sélavy de Novela Histórica de la editorial Ápeiron. Un ejemplar fue a parar recientemente a la Asociación Contra el Cáncer de Palencia, que en su nueva sede goza de una pequeña biblioteca para pacientes y familiares, y a la que Esther Bengoechea quiso donar su libro.

La presidenta de la Asociación Contra el Cáncer, Rosa Andrés, quedó prendada de la novela y quiso organizar una presentación abierta al público, que ha contado en la tarde de este miércoles con decenas de personas que han querido compartir con la autora impresiones sobre los protagonistas de su novela.

Esther Bengoechea ha contado además con una presentadora de lujo, la artista Rosana Largo, creadora del Museo de los Cuentos y la Ciencia de Paredes de Nava, que ha elogiado la novela por su vinculación con el arte, por la forma en la que la autora traslada al lector hasta el personaje y por la brecha que abre respecto de la personalidad del escultor más famoso de Francia.

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