José Antonio Izaola y Adelina Ibáñez viven actualmente en Baltanás, aunque su residencia habitual era Bilbao. Desde hace unos años, van alargando las temporadas en ... el pueblo natal de Adelina, pues reconocen que disfrutan de la tranquilidad del mundo rural, donde además están comprometidos con diversos colectivos. La Navidad solían pasarla en Bilbao, aunque el año pasado optaron por celebrarla en Baltanás, pues la casa es más grande y permite que los hijos y nietos puedan quedarse a dormir. La familia suele repartirse entre las celebraciones festivas de la Navidad, aunque hay una cita que congrega a los cuatro hijos con sus parejas y a los siete nietos, el cumpleaños de José Antonio, que el próximo 4 de enero cumplirá 77 años.
Pero las circunstancias actuales por la covid-19 harán que este año todo sea diferente. Todavía no saben cuántos se van a juntar en Nochebuena y en Navidad, pero todo apunta que este año se repartirán. Y habrá algunos miembros de la familia que no se reúnan hasta pasada la fiesta de Reyes.
Los hijos de José Antonio y Adelina residen en distintos puntos de la geografía nacional, lo que dificulta aún más la movilidad. Desde Santo Domingo de la Calzada hasta Badajoz, pasando por Madrid y Palencia, incluyendo a un nieto que vive en Alemania. También suelen reunirse con otros parientes de Bilbao, que actualmente residen en Baltanás, a los que invitarán también en estas fechas.
«Aún no sabemos cómo nos vamos a organizar esta Navidad. Lo que sí que parece claro es que no nos reuniremos toda la familia, se hará de manera desescalada y por núcleos familiares. Es una pena, porque estos días los vivimos con especial intensidad. Este año nos toca ser prudentes, así que será una Navidad muy diferente», comentan José Antonio y Adelina.
Lo que sí que tienen claro es que el menú será igual de especial que otros años. «Para nosotros la Navidad es una fecha muy especial, con hondo sentido cristiano. Por eso nos gusta cuidar todos los detalles, tanto la decoración de la casa como el menú que preparamos en los días más especiales. Todo tiene que ir acompañado para conmemorar lo realmente importante, el nacimiento de Cristo. Por eso la familia también participa en las celebraciones religiosas de estos días navideños», destaca la familia Izaola-Ibáñez.
Tienen claro que la Navidad se celebra mucho mejor en un pueblo que en una ciudad, pues los espacios son más amplios y la casa puede albergar a los hijos y nietos que se juntarán en estos días, como ya ocurrió el año pasado. La cita obligada para toda la familia era el cumpleaños del patriarca, José Antonio Izaola, el 4 de enero.
Este año las felicitaciones, en algunos casos, serán por videollamada, algo que ya tienen asumido. «La verdad es que a todos nos apetece juntarnos después de este año complicado que estamos viviendo, pero sabemos que no es posible. Hay que cuidarse y tenemos que cuidarnos entre nosotros, porque sabemos que el 'bicho' anda suelto», señalan José Antonio y Adelina.
En algunas fechas se juntaban hasta 19 familiares, algo impensable en estos momentos. A pesar de estas circunstancias, todos los hijos y nietos están en el recuerdo de José Antonio y Adeli en estos días tan entrañables. Seguro que más de un brindis lo realizarán de manera virtual, porque la Navidad es un tiempo de tener cerca a las personas queridas, aunque sea desde la pantalla de un dispositivo.
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