50 años de historia y reencuentros

No importaban las distancias, el tiempo o las circunstancias. Ayer era una ocasión especial para el Sagrado Corazón de Venta de Baños. Y así lo demostraron cerca de 200 alumnos de diferentes promociones que se reencontraron en una celebración única y emotiva. Muchos de los asistentes, ahora afincados en otras ciudades, recorrieron varios kilómetros para acudir al reencuentro. La festividad principal tuvo lugar en el propio colegio, en el salón de actos, donde se congregaron y compartieron sus vivencias.

Nueve exalumnos, de diferentes promociones, fueron los elegidos para poner voz a las vivencias en el Sagrado Corazón: Jesús Bautista, Antonio Sánchez, José Antonio Becerril, Enrique Sierra, Roberto Javier, Juan Carlos Estévez, Naiara Pérez, Rodrigo Redondo y Esther toral –alumna de la primera promoción de mujeres en el año 1976–. Y todos transmitieron un mensaje común: agradecer al colegio su arropo durante unos años muy importantes en su vida. Luis Jesús Chocarro, director y superior del centro, incidió al comienzo del acto los valores por los que se guía el colegio y que han calado en sus alumnos, haciéndoles «más responsables, libres y críticos». Además, Chocarro aprovechó la ocasión para recordar a los religiosos que han formado parte de los cincuenta años del centro y rememorar su trabajo.

Después de las diferentes intervenciones, los antiguos alumnos celebraron su reencuentro en una comida de hermandad en el mismo centro. Así, el colegio continúa rememorando sus largos 50 años de historia, desde el 1967, en la localidad palentina. El patio del centro, adornado con carteles y fotografías antiguas; recuerda este recorrido, la ampliación del edificio y las obras que se han ido produciendo a lo largo del tiempo. También las alegres camisetas que lucían muchos de sus alumnos, con la frase 'yo he sido alumno del Sagrado Corazón', que subrayan el orgullo y la satisfacción de formar parte de «esta familia».

Y es que las bodas de oro solo se cumplen una vez y toda celebración es poca. Siempre con la mirada, también, en las nuevas generaciones, para poder brindarles la «educación que se merecen».