La residencia de Cervera ha pasado de la preocupación a la satisfacción. La decisión del traslado al centro norteño de cinco ancianos de la residencia desde Cabezón de Pisuerga, en la que se habían registrado varios casos de coronavirus, fue acogida con recelo por algunos vecinos, pero ha pasado casi un mes de la llegada de estas personas y siguen sin presentar síntomas, por lo que tres trabajadoras de la residencia han mandado un escrito en el que agradecen la decisión adoptada por el centro.
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«Gracias a la acción realizada por nuestros superiores, al duro trabajo que realizamos junto con nuestros compañeros de todos los departamentos de la residencia y a las medidas excepcionales de seguridad las cuales podemos presumir se tomaron muy a tiempo, la residencia de Cervera y sus trabajadores han podido salvar la vida de cinco personas. Entendemos la incertidumbre de las familias de nuestros residentes, al igual que la de algunos trabajadores, pero en todo momento se nos informó de los resultados negativos de dichas pruebas y las medidas que la residencia de la que provenían había tomado», explican Alba Izquierdo, Laura Díaz y María Sánchez desde la residencia.
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