El alcalde se ofrece a mediar en el conflicto laboral del transporte urbano de Palencia

No será fácil la resolución del conflicto. La distancia entre los posicionamientos de la empresa Palbús y los de sus trabajadores parece tan abultada en estos momentos, que encontrar antes del 8 de mayo, fecha en la que está convocada la huelga indefinida por parte de los conductores, un punto de encuentro se antoja extremadamente complicado.

Los trabajadores, cuyos salarios se mantienen congelados desde el año 2012, entienden que en un contexto de recuperación económica, ha llegado el momento de que vean cómo aumenta su sueldo, y esta es la plataforma con la que han acudido a la negociación del convenio colectivo, que expiró hace dos años. Sin embargo, la dirección de la empresa, alegando continuas pérdidas desde la firma del contrato de concesión del servicio de transporte urbano en Palencia, plantea una propuesta diametralmente distinta y quiere acogerse al convenio sectorial, muy inferior en sus condiciones salariales y laborales al que se ha venido aplicando hasta ahora. La empresa Palbús sostiene que se trata de una medida necesaria, debido a las pérdidas que se sufren año a año, hasta que pueda negociarse un nuevo convenio colectivo que garantice la viabilidad económica de la concesión.

Y en este contexto de desacuerdo frontal, el Ayuntamiento de Palencia, no tiene más remedio que ejercer de entidad mediadora, con el fin de garantizar la prestación del servicio de autobuses urbanos. Para ello, es necesario alcanzar un punto de entendimiento entre ambas posturas, con el fin de que se alcance un nuevo acuerdo laboral, y desde el Consistorio comienzan a lanzarse ya algunas propuestas encaminadas a acercar a ambas partes.

El primer paso se dio ayer, con un encuentro celebrado en el Ayuntamiento en el que participaron representantes de todos los grupos políticos municipales (PP, PSOE, Ganemos y Ciudadanos), entre los figuraba también el alcalde, Alfonso Polanco, con la representación sindical de los trabajadores.

Durante la reunión, los concejales expresaron su apoyo a la plantilla de Palbús y reclamaron firmeza al equipo de gobierno para que no permita a una de las empresas concesionarias de uno de los servicios municipales de la ciudad actuar a su arbitrio, rebajando las condiciones laborales y sociales de unos trabajadores que desempeñan una función de interés pública alrededor del 65%, que es el porcentaje de rebaja que supone el descuelgue del convenio actual del transporte urbano al convenio sectorial acordado entre los sindicatos y la patronal para el transporte de viajeros en la provincia.

La empresa argumenta para pedir la aplicación del acuerdo sectorial, hasta que logre cerrar un nuevo convenio colectivo con sus trabajadores, que se encuentra se encuentra en «una grave situación de pérdidas, llevando acumulados más de 539.00 euros de pérdidas desde el inicio del contrato». Asimismo, ha explicado en un comunicado que esas pérdidas fueron de 115.906 euros en el año 2014; 232.947 euros, en 2015; 65.866 euros, en 2016, mientras que en el año pasado fueron 124.337 euros.

Palbús sostiene que el convenio actual caducó hace dos años y que fue firmado con una empresa anterior, por lo que entiende que hasta que las relaciones laborales se regulen de nuevo bajo un convenio propio, en el que se refleje la actual situación económica de la empresa, se debe aplicar el convenio del sector, ya que, desde su punto de vista no puede seguir vigente un convenio caducado y que además fue firmado por otra empresa.

Por el contrario, los trabajadores sostienen que el convenio actual debe prorrogarse hasta que concluya la nueva negociación, dado que es una de las cláusulas que se establecía en el pliego de condiciones de la licitación del contrato del servicio de transportes de la ciudad. Los conductores señalan también que no debe olvidarse que la sociedad principal que conforma tanto la empresa anterior, Upalsa, con la que se cerró el convenio, como la actual, Palbús, es la misma, ya que se trata del grupo Alsa.

En la reunión de ayer, el alcalde, que reiteró a los trabajadores su disposición a servir de intermediador, mostró su rechazo expreso, según comunicaron después del encuentro fuentes sindicales, a la aplicación del convenio sectorial, debido a la notable pérdida de derechos laborales y salariales que sufrirían los trabajadores.

En este sentido, los representantes de los grupos políticos se mostraron partidarios de la resolución del contrato con la empresa Palbús si no se alcanza una solución negociada. Los representantes de los trabajadores explicaron que los diferentes partidos apoyaron la anulación del contrato y la gestión directa del servicio por parte del Ayuntamiento hasta la convocatoria de un nuevo concurso público de concesión. En este sentido, el grupo Ganemos volvió a reclamar la municipalización total del servicio, al entender que resultaría menos gravoso al Ayuntamiento y ofrecería una mayor calidad y estabilidad a los trabajadores y usuarios.

Las negociaciones con la empresa deberían retomarse hoy, tal y como se fijó la semana pasada en una reunión en el Serla –en el que las dos partes no consiguieron alcanzar acuerdo alguno–, pero la reunión se celebrará finalmente mañana viernes.