La sección sindical 'Tu Abandono Me Puede Matar' del centro penitenciario La Moraleja de Dueñas ha denunciado el incidente ocurrido en la tarde del lunes en el módulo 1, en concreto una pelea entre varios internos que tenía como objetivo último «acabar con la vida ... de uno de los implicados». «Los motivos concretos se desconocen, pero la experiencia nos hace sospechar que es por cobros de deudas, extorsiones o batallas por el poder dentro del módulo», apunta la asociación profesional de trabajadores penitenciarios, que incide en que el interno salvó la vida gracias a la rápida intervención de los funcionarios, siendo evacuado a la enfermería del centro.
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«Como contempla el Reglamento Penitenciario para los casos de graves desórdenes o atentados contra la vida e integridad física de otros internos, los funcionarios de servicio entraron en el departamento para llevar a los agresores al módulo de aislamiento y evitar que pudiera surgir un nuevo conflicto grave, momento en el que un grupo de unos 25 internos se 'plantaron' delante de ellos para evitar que se llevaran a los agresores y se les aplicara el aislamiento provisional, retando a los funcionarios a que lo intentaran», agrega 'Tu Abandono Me Puede Matar, que recalca que la situación «se puso cada vez más tensa, optando los funcionarios por dejar a los dos agresores en el módulo y no aplicando el aislamiento de inmediato, pues peligraba la integridad física de los trabajadores ante la turba de internos violentos».
«Realizado el cierre de celdas, se personaron los funcionarios para sacar y aislar a los internos agresores, quienes, no estando respaldados ya por la multitud, comenzaron a resistirse y a gritar para que el resto de los internos comenzara a 'montarla', dando golpes a puertas, ventanas y mobiliario de las celdas, pese a lo cual fueron aislados. Al relevo de la noche, todos los internos del departamento comenzaron a increpar, insultar y amenazar de muerte a los funcionarios que entraban de turno de noche, no solo en el módulo 1, también en otros módulos del centro», continúa denunciando la asociación profesional de trabajadores penitenciarios, que subraya cómo, «ante la gravedad de los hechos», se procedió a aislar a los protagonistas de los insultos y amenazas, «muchos de los cuales habían sido cabecillas anteriormente en el plante que evitó que fueran aislados los agresores en un primer momento».
En total, diez internos fueron aislados por estos hechos y dos funcionarios necesitaron una primera atención en la enfermería del centro y posterior atención en urgencias del hospital por lesiones de distinta consideración.
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