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La periodista almeriense Mar Abad presenta hoy en Palencia su libro 'Antiguas pero modernas', dentro del ciclo 'El futuro es mujer. Mujer y periodismo', (20:00 horas en la sala Ambigú del teatro Principal) que organizan el Ayuntamiento y el Instituto Castellano y Leonés de ... la Lengua, donde hace un repaso por la vida de cuatro mujeres pioneras en el periodismo español. La almeriense ha trabajado en diversos medios, entre los que se incluye la CNN. Además, es cofundadora de la revista 'Yorokobu' y la editoral 'Brands and Roses'.
–Su libro 'Antiguas pero modernas' es un recorrido por la vida de cuatro mujeres pioneras en el periodismo español, ¿por qué cree que sus historias han quedado relegadas al olvido?
–Las cuatro mujeres fueron olvidadas debido a su ideología. Fueron conocidísimas en su momento, grandes periodistas y escritoras, pero con los cambios políticos e ideológicos que van aconteciendo, se van apartando a las personas que no piensan de la misma manera. Carmen de Burgos es el caso más grave de todos, una mujer que era muy conocida fuera de España, la primera corresponsal de guerra. Su nombre fue borrado por el franquismo porque era republicana, masona, feminista, progresista, europeista hasta la médula y estaba muy a favor de la educación de las mujeres. En el lenguaje de hoy diríamos que combatía los estereotipos de género. Ella siempre decía que por ser una mujer no tenías por qué estar encerrada en casa.
–Aurora Bertrana es uno de los nombres que más llama la atención. Pionera del jazz, política, ¿por qué se conoce tan poco su figura?
–Era mucho más conocida en Cataluña que en el resto de España porque escribía en diarios catalanes ya que era de Gerona. Sus libros eran superventas, además decidió meterse en política, aunque cuando llegó el franquismo era una mujer que estorbaba. Si a los hombres se les quitaba del medio cuando no encajaban con la ideología del momento, las mujeres lo sufrían mucho más. El franquismo ha borrado nuestra historia de una manera brutal, no solo a las personas que molestaban por su ideología, han borrado a las mujeres. Durante los 40 años de dictadura hubo en cambio increíble de toda la literatura que se consumía. Tenemos un reto fascinante que es el de recuperar nuestra historia. Han reescrito la historia.
–Es nuestro deber recuperar esa historia perdida...
–Efectivamente, pero sobre todo porque es la historia de todos. Me empieza a cansar esta visión partida que tenemos de la sociedad. Somos personas, no nos fijemos tanto en el género y recuperemos a todos. Evidentemente han desaparecido más mujeres y hay que hacer un esfuerzo extra, pero creo que no nos lleva a nada seguir con esa división entre hombres y mujeres porque el origen del feminismo pedía la igualdad y acabar con los roles de género. Estas cuatro mujeres pedían eso, no querían que por el hecho de ser mujeres tuviesen que quedarse en casa cuidando de los niños y zurciendo calcetines.
–¿Fue muy difícil para ellas poder destacar en un mundo de hombres y en una época tan complicada?
–La gran sorpresa es que esas mujeres estaban en los periódicos y publicaban sus libros. Sus artículos estaban junto a los de Valle-Inclán o Gómez de la Serna. De hecho, Carmen de Burgos fue su mentora, eran pareja y ella tenía 19 años más que él.
–¿Ha sido difícil la labor de documentación sobre estas cuatro mujeres?
–Existe bastante documentación sobre ellas. Por ejemplo, Aurora Bertrán escribió su biografía y son mil páginas. Tenemos todas las obras que escribieron, además de sus artículos y los que se escribieron hablando de ellas. Eran figuras de primer nivel. La época más machista y que más ha escondido a las mujeres no fue el siglo XIX, fue el franquismo.
–Desde su editorial definen este trabajo como una visión más vívida, locuaz y más bastarda de la historia de España, ¿está de acuerdo con estas afirmaciones?
–Sí, creo que la finalidad que hay al escribir estas biografías es que sean más divulgativas y acercarlas más a un público joven, que es al que menos le interesa la historia y al que más lejos le quedan estas mujeres. Las biografías académicas y de los historiadores, son importantes y respetables, pero muchas veces utilizan un lenguaje poco cercano.
–Usted es periodista, ¿ha sufrido discriminación en su trabajo por ser mujer?
–No, aunque creo que las mujeres lo tenemos más difícil porque nos cuesta el doble demostrar que podemos hacer las cosas. Las mujeres tenemos que librarnos de la idea de que somos las cocineras, las cuidadoras y las que damos amparo y besitos. Tenemos la misma inteligencia que los hombres.
–¿Cómo le gustaría enfocar la presentación de su libro en Palencia?
–Me gustaría hablar de estas cuatro mujeres que aún son bastante desconocidas porque ellas están en el origen de asuntos como el feminismo o destruir los estereotipos de género. Es muy difícil comprender el presente y el feminismo actual si no nos vamos a los orígenes. Hay que mirar con perspectiva, conociendo nuestro pasado.
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