El espíritu de Gaspar Arroyo sigue vivo diez años después de la tragedia de Palencia

El espíritu de Gaspar Arroyo, la solidaridad mostrada por toda Palencia con los damnificados por la terrible explosión de gas que el 1 de mayo de 2007 causó nueve víctimas mortales, una treintena de heridos y más de un centenar de perjudicados, sigue vivo. Ha quedado de nuevo de manifiesto este lunes en la conmemoración del décimo aniversario de la tragedia en las Huertas del Obispo, con un programa de actos que ha contado con la presencia del alcalde, Alfonso Polanco, y los consejeros de Empleo y Fomento, Carlos Fernández Carriedo y Juan Carlos Suárez-Quiñones, respectivamente, así como del obispo de Palencia, Manuel Herrero.

El descubrimiento en el monolito de recuerdo a los fallecidos de una placa con nueve notas musicales (una por cada víctima) de la partitura 'Solidaridad', creada en memoria de la tragedia; las nueve rosas rojas y una blanca (en recuerdo del fallecido José María Hernández, presidente de la Diputación, por su lucha para la reconstrucción de los edificios derruidos) depositadas junto al tejo, y la suelta de globos por parte de los niños Marcos Tadeo y Sharay Herreros, han sido algunos de los momentos más emotivos del homenaje a las víctimas, que ha concluido con la interpretación de la Banda de Música de Palencia, con su director al frente, Miguel Ángel Cantera, de la partitura 'Solidaridad'.

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