La ansiada lluvia desluce la pedrea del pan y el quesillo en Palencia

La ansiada lluvia, esperada por muchos en Palencia debido a la sequía que asola los campos de cultivo la provincia, ha sido caprichosa este domingo y no ha esperado a que pudiera celebrarse con normalidad la pedrea del pan y el quesillo en el balcón de la ermita de Santo Toribio, en el Cristo. El fuerte aguacero, acompañado por un fuerte viento y la desapacible temperatura, ha deslucido el reparto de las 4.000 bolsas preparadas para el momento cumbre de las fiestas de Santo Toribio, que ha sido prácticamente 'express', con toda la corporación municipal 'apedreando' a toda prisa a los valientes que se han congregado a los pies del Cristo del Otero.

De hecho, ha comenzado antes de las 13:00 horas fijadas para el inicio, y se ha prolongado por espacio de veinte minutos, procediendo después los representantes políticos, con el alcalde de Palencia, Alfonso Polanco, y la consejera de Agricultura, Milagros Marcos, a la cabeza, a continuar con el reparto, a cubierto y en mano, en el Pabellón Mariano Haro de la capital palentina, de la veintena de sacos con las bolsas con el pan y el queso que no han sido lanzados en la ermita. Allí se han concentrado muchos vecinos del Cristo y seguidores de la tradicional pedrea, que han continuado después la fiesta en el barrio con su preciado 'trofeo', conseguido sin empujones, pisotones y estrecheces.

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