Regresan las tradicionales marzas

Fieles a su cita anual con el mes de marzo, las voces masculinas de Ronda Aguilar sonaron en la noche de este sábado en las calles aguilarenses. Acompañados siempre de gran animación y buen humor, el grupo regaló tonadas a los vecinos cantando por diferentes rincones de la villa. Como viene siendo habitual desde hace 10 años, la primera parada tuvo lugar en la Plaza de España para llevar a cabo el nombramiento del Marcero Mayor, que este año ha recaído en Tirso Castrillo Amor, párroco de la colegiata de San Miguel, de quien resaltaron su implicación con la cultura y más aún con los vecinos de Aguilar, y a quien agradecieron que siempre haya tenido con ellos la puerta abierta.

Los miembros de la agrupación le hicieron entrega de un diploma, además de los tres símbolos de la Ronda: la vara, la boina y la faja. Después de este simbólico acto, los marceros, con un nuevo componente, pidieron permiso para cantar y comenzar con su gran repertorio del cancionero popular, como las letrillas castellanas, montañesas, habaneras, boleros o religiosas.

Con la llegada de febrero, esta agrupación aguilarense comenzó sus pruebas para conmemorar las ancestrales Marzas. Este año Ronda Aguilar ha comenzado sus primeros ensayos en el Colegio San Gregorio invitados por su director, Miguel de la Hera Roldan, quien fue nombrado Marcero Mayor el pasado año. El motivo de esta invitación ha sido la de transmitir «esta cultura milenaria a los jóvenes, creando afición, tratando de conseguir ese relevo generacional que nos preocupa, deseosos que no se pierdan estas tradiciones», según resaltan. Y ayer también se acercaron a cantar en el centro educativo.

La agrupación fue creada hace 37 años con el fin de mantener viva esta tradición, que la mayoría de ellos aprendieron de sus mayores y ya cantaban de muy jóvenes. Declaran que les «produce satisfacción seguir entonando las canciones que con tanta ilusión y ganas hemos aprendido y continuamos aprendiendo, y nos enternece el cántico de la segunda estrofa de Marzas que dice aquí estamos a tu puerta los muzucos de este pueblo». Sin embargo, confiesan que esta frase se aleja de la realidad, «porque todos peinamos canas».