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fernando caballero
Domingo, 25 de diciembre 2016, 12:36
13 de septiembre de 2013. Iglesia de Ventosa de Pisuerga. El delegado de Patrimonio de la Diócesis, José Luis Calvo Calleja, y su ayudante Antonio Rubio descubrieron en el interior del sagrario del retablo unas pinturas que les deslumbraron, pero más a este último, un conocido periodista de RNE que desde su prejubilación y jubilación, colabora como voluntario en la Diócesis. Fruto de ese «fechazo» y «revelación», según sus propias palabras, surgió la idea de recopilar las pinturas ocultas de esos sagrarios que solo ven los curas cuando los abren para distribuir o guardar las formas consagradas para dar la comunión, fotografiarlas, estudiarlas y, por último, publicar La belleza escondida, que este viernes se ha presentado en el Museo Diocesano y que han editado conjuntamente la Diócesis y la Fundación Las Edades del Hombre.
Arroparon a Rubio López el obispo de Palencia, Manuel Herrero; el delegado diocesano de Patrimonio, José Luis Calvo, y el secretario técnico de la Fundación Las Edades del Hombre, Enrique Martín.
Antonio Rubio ha recopilado 57 sagrarios que se encuentran en 51 iglesias de 50 pueblos en Becerril de Campos hay dos templos con sedas obras. Cada ficha contiene una descripción de la arquitectura exterior y de las pinturas interiores, con datos de la construcción y una clasificación en función del tema que abordan. La mayoría se refieren a la pasión, aunque también hay representaciones marianas y motivos florales y arabescos.
Antonio Rubio contó una anécdota. Cuando el libro ya estaba cerrado y en imprenta, se produjo, el pasado 9 de noviembre, el robo de varias obras de arte en la iglesia de la pequeña población de Villaldavín. Cuando José Luis Calvo y él mismo se acercaron al templo para ayudar en la investigación, descubrieron tres retablos con sagrarios que contienen pinturas «excelentes», y no dudó en parar el proceso de impresión para incorporar estos nuevos materiales. «Me ha apasionado escribir este libro», aseguró el autor, que destacó que ha contado con una dispensa del entonces administrador diocesano, Antonio Gómez Cantero, para abrir los sagrarios, «y con todo el respeto que exige, mover el Santísimo para estudiar las pinturas y hacer las fotografías», según detalló ayer. Antonio Rubio añadió que muchas pinturas son anónimas, pero en alguno casos se conocen los nombres, como los de Miguel de Saldaña o Pedro de Roda. Algunas arquitecturas están realizadas por Manuel Álvarez y sus discípulos. Los sagrarios estudiados están fechados en los siglos XVI y XVII, que es el periodo en el que florecieron a raíz de la importancia que adquirió la eucaristía tras el Concilio de Trento (1545-1563). Antonio Rubio destacó las aportaciones del profesor de la UVA Ramón Pérez de Castro, al que le dejó el manuscrito para su revisión y que le facilitó grabados en los que se basaron los autores de las pinturas.
El obispo de Palencia señaló que estas obras invitan no solo a contemplar la belleza material, sino a «profundizar en la fuente de la belleza que es Dios». Asimismo, indicó que las pinturas de los sagrarios permiten «reconocer, venerar y admirar la belleza del ser humano, lo más bello del ser humano que se refleja en Dios», apostilló monseñor Manuel Herrero Fernández.
Por su parte, el secretario técnico de la Fundación Las Edades del Hombre alabó esta publicación porque muestra la «riqueza pictórica que atesoran los sagrarios», y destacó que este libro es pionero en las diócesis de Castilla y León e incluso de España. Definió también el proyecto bibliográfico como «inimaginable» en un principio, por la cantidad de sagrarios que existen en Palencia, pero también por su calidad. Definió el trabajo de Rubio como «minucioso y riguroso», y planteó un guiño a la Diócesis por todo el patrimonio que atesora. «Es una fuente inagotable de obras de arte de altísima calidad», puntualizó.
Finalmente, el delegado diocesano de Patrimonio señaló que estos sagrarios son de «una belleza muy especial y única». «Una belleza escondida creada por Dios hecho eucaristía y encerrado dentro de los sagrarios», apostilló. José Luis Calvo Calleja añadió que este trabajo contribuye a la «pastoral de evangelización».
La presentación del libro se desarrolló en el Museo Diocesano. Como muestra del trabajo de Antonio Rubio, se expusieron tres obras: un sagrario de la iglesia de Quintanilla de la Cueza, la puerta de otro sagrario de este mismo templo y el fondo de otro procedente de la iglesia de Valenoso, todas ellas expuestas en el museo de arte sacro palentino.
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