Palencia despierta su apetito con la olla ferroviaria

José Antonio Rodríguez, de 54 años, minero prejubilado de Velilla y miembro del Club de Entibadores Palentinos, se ha alzado con el primer premio del Concurso de Ollas Ferroviarias-Alimentos de Palencia, que se ha celebrado en la plaza de San Francisco de la capital palentina y que ha contado con 33 guisos a concurso, elaborados por participantes de Vizcaya, Cantabria, Salamanca, Guardo, Velilla y Palencia. El segundo premio ha recaído en la leonesa residente en Guardo Isabel Díez, también del Club de Entibadores Palentinos, y la tercera clasificada ha sido la Peña Las Cachavas, de Pámames (Cantabria).

El concurso de ollas ferroviarias, organizado por el Centro Comercial Palencia Abierta en colaboración con el Ayuntamiento de Palencia y la Diputación Provincial, ha consistido en la elaboración, por parte de estos cocineros aficionados, de un guiso con Alimentos de Palencia, entre ellos alubia blanca de Saldaña, morcilla de arroz, chorizo, panceta y verdura. Numeroso público se ha concentrado en la plaza de San Francisco para probar estos 33 guisos a concurso y también otros ocho que algunos de los participantes han elaborado fuera del mismo para ofrecer una degustación.

La olla ferroviaria, un puchero que se introduce dentro de otro recipiente mayor en el que se introducen brasas de carbón cuyo calor favorece una cocción lenta, surgió al abrigo del ferrocarril de La Robla, la línea de vía estrecha más larga de Europa Occidental, con 335 kilómetros, comprendida entre La Robla (León) y Bilbao (Vizcaya). «En invierno, por las largas esperas, los ferroviarios utilizaban el carbón de las máquinas para hacer la comida en el propio vagón y reunirse y comer caliente. Para mí es una delicatessen que se está poniendo de moda», comentaba Eugenio Palomino, palentino participante en el concurso que resultó premiado con el cuarto puesto.