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fernando caballero
Sábado, 21 de mayo 2016, 12:49
Abogado, escritor y articulista colaborador de El Norte de Castilla en la sección Los Cuatro Cantones, Guillermo de Miguel Amievaha presentado este viernes su nuevo libro, Don Quijote iniciado, una novela en la que convierte al Quijote en un personaje masón. El acto se celebró en el Café Librería Ateneo convocado por la tertulia Paco Vighi.
La idea de escribir esta novela surgió, según destacó ayer el propio escitor, de la «necesidad de encontrar una referencia externa a la masonería para poder explicar la institución a través de un relato». «Al propio tiempo, también tenía la necesidad de evocar la vida de la Logia palentina Paz y Conocimiento, a la que pertenezco desde hace muchos años, que tiene una trayectoria singular en la masonería española», aseguró Guillermo de Miguel, una de las pocas personas que reconoce su pertenencia a una logia masónica.
Para el autor de Don Quijote iniciado (editoral Masónica), el célebre personaje cervantino es «esotérico». «La masonería moderna no había surgido todavía en la época en la que Cervantes escribió la novela, aunque sí existían los masones constructores de catedrales. Habían existido las órdenes caballerescas, a una de las cuales pertenece don Quijote de la Mancha», explica De Miguel Amieva. El abogado y escritor señala que «la masonería entronca con las órdenes caballerescas, primordialmente con los templarios». «A pesar de que la masonería moderna es un producto de la Ilustración europea, también mantiene el resabio medieval de la caballería y de la espiritualidad. Estos dos elementos aparecen claramente dibujados en el personaje de Don Quijote de la Mancha de Cervantes. La figura y el discurso del hidalgo son profundamente iniciáticos y además rupturistas con una sociedad profana que él no acepta y que, desde su ensoñación, quiere cambiar», explica De Miguel.
En la novela, Don Quijote se inicia como masón en la logia Paz y Conocimiento de Palencia. «Es por tanto su cuarta salida, pero esta vez don Quijote se une a un grupo humano que le acepta. Acepta su idealismo de construir un mundo mejor, y acepta su cántico a la libertad, pues los objetivos de la masonería son esencialmente crear una sociedad fraternalmente unida y establecer una convivencia tolerante. Si en sus salidas anteriores, don Quijote había sido denostado y ridiculizado por la sociedad de su tiempo, el hidalgo se socializa en la masonería y encuentra por vez primera un grupo de iguales que, como él, son caballeros, pues pertenecen a una orden iniciática», explica el autor.
Las referencias a Palencia son evidentes. «El hidalgo se sale del libro que habita desde hace cuatro siglos, y renace en la localidad palentina de Villalcázar de Sirga, por ser este un lugar rural más asequible para la adaptación de Don Quijote y de Sancho a la vida moderna, y por estar decorada por una iglesia templaria, muy propicia para nuestro personaje, que es un caballero andante», relata Guillermo de Miguel. Villalcázar de Sirga, el mesón de los templarios de Pablo Payo y el Camino de Santiago componen el marco inicial donde don Quijote arranca su vida en el siglo XXI.
Allí trabará amistad con miembros de la logia Paz y Conocimiento, a los que pedirá su iniciación masónica. También se mencionan los pueblos que conforman el Camino desde Villa Alcázar hasta Palencia, tales como Villovieco, Villarmentero, Revenga de Campos, Población de Campos, Amusco, «quedando más desdibujada Palencia capital, pues a partir de aquí la acción se desarrolla dentro de la logia», según el autor.
Guillermo de Miguel ha contribuido al año cervantino con una nueva salida de Don Quijote recreada en la provincia palentina.
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