Borrar
Carmen Álvarez.
«Si no tienes nada que decir, es mejor que te calles»

«Si no tienes nada que decir, es mejor que te calles»

Carmen Álvarez abrirá este jueves los Encuentros con la Poesía que organiza El Norte de Castilla y patrocina el Ayuntamiento

fernando caballero

Miércoles, 18 de mayo 2016, 13:27

Nacida en Palencia en 1954, Carmen Álvarez es funcionaria de la Seguridad Social y poeta, que añade a su formación cultural estudios de Historia del Arte, que cursa en la Uned. Entre sus obras destacan la plaqueta Caminos (1994), No todo es metáfora (1999), Campo de sal (2004) y Sístole del regreso (2005), además de numerosas colaboraciones en publicaciones colectivas y premios. Carmen Álvarez abrirá este jueves, 19 de mayo, los VI Encuentros con la Poesía que organiza El Norte de Castilla y patrocina el Ayuntamiento de Palencia. El acto comenzará a las 20:15 horas en el salón de actos de la Fundación Juan Manuel Díaz-Caneja. La siguiente cita será con Blanca Sarasua el miércoles 25 de mayo.

¿Se siente cercana a algún poeta palentino?

No sé si me puedo considerar cercana a alguien. Lo que tengo claro es que me gustaría parecerme a José María Fernández Nieto, a Marcelino García Velasco, a Julián Alonso Por mi manera de escribir y sobre todo por la manera de ser de él, me gustaría parecerme a Fernández Nieto. ¡Difícil está la meta!

Perteneció a los grupos Astrolabio y Sarmiento...

Al grupo Astrolabio me incorporé tarde y estuve hasta que desapareció. Después me acogieron en el grupo Sarmiento-Juan de Baños. Ahora no pertenezco a ningún grupo. Escribo lo que buenamente puedo. Ahí estoy, yo solita conmigo misma.

¿Formar parte de un grupo resta independencia? ¿Qué aportan los grupos?

Pertenecer a un grupo aporta. De Astrolabio aprendí muchísimo, y sobre todo encontré amigos. El grupo Sarmiento para mí fue un descubrimiento, porque me puso en contacto con gente con la que yo no soñaba estar de tu a tú. Mucha gente que conozco y muchas relaciones que he tenido vinieron en gran parte por mi pertenencia a Sarmiento. Hay un momento en el que ves que tienes que seguir tu trayectoria, y el momento de dar un paso al frente o a atrás, siempre desde el agradecimiento a los dos grupos en los que he estado, porque han sido para mí marcadores de camino. Los grupos te aportan mucho, pero también te quintan libertad.

La primera parte de Campo de sal está dedicada al teatro. ¿La poesía es una representación dramática?

Es una forma de contar algo, que es lo que pretendo, que no sea una sucesión de poemas, sino un guión metafórico, teatral. Cuando quieres contar algo que no vas a poder contar en un solo poema, entiendo que es bueno que tenga una especie de hilazón.

Tambien aparecen en su temas como el tiempo, la naturaleza, el devenir profundos, sublimes. ¿La poesía tiene que tener un tono sublime, aunque también sea clara y sencilla?

Para escribir poesía, hay que decir cosas. Lo que pasa es que uno escribe de lo que añora o de lo que piensa. Si tú piensas sobre cosas que son trascendentes, al final acabas plasmándolo en la escritura. Yo entiendo una poesía social como la de Blas de Otero dado el momento que se escribió, o la de Valente, tan íntima, tan silenciosa, porque es lo que él vivía. Yo creo que hay que escribir para decir algo, si no tienes nada que decir, es mejor que te calles. Si pasas una época que no has leído, que la vida está pasando a tu lado, pero sin rozarte, lo mejor es estar callado. Si dices algo, es porque eso que están diciendo te sale de dentro. Entonces es lógico que la persona se preocupe por el paso del tiempo, por el fin del amor, por el estado de las cosas socialmente

Cultiva verso libre y sonetos. ¿Se siente más clásica que moderna?

El soneto fue una apuesta conmigo misma. Escribir un soneto eran palabras mayores. Me propuse ser capaz de escribir un soneto, y a base de darle, vas cogiendo la técnica. Luego dejé de escribir porque me metía en el soniquete y la rima del soneto y me costaba mucho salir de ella. El soneto me gusta, me parece un trabajo duro, pero muy redondo, pero hay temas que yo no veo para un soneto. Hay cosas que hay que contar de manera más ágil y más fluida, en ráfagas, y hay cosas que sí que puedes amoldar a un soneto. El soneto se rige por unas normas de las que no te puedes salir. Es una cirugía de precisión.

Su primer libro se titula No todo es metáfora. ¿Qué es la poesía, además de metáforas?

En una lectura de mis poemas en el Sarmiento, empecé diciendo Ave María Purísima. El viernes anterior, hablamos de hasta qué punto la poesía es una especie de confesión, porque lleva parte de ti. Es verdad que la lleva, tampoco es tan literal, porque por ahí hay un oficio, un poco de habilidad. La metáfora no es mentira, es un traje que pones a una situación, a una idea, a algo que quieres contar. La metáfora es vestir.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla «Si no tienes nada que decir, es mejor que te calles»